De Panos y congresos

El espíritu de Pano ha de perdurar en la atención a los pequeños municipios

Eduardo Fernández

Miércoles, 2 de junio 2021, 11:00

El comienzo de esta semana, espero de su benevolencia que me lo disculpen, es para una punzada emocional. Hace escasos días ha muerto Pano. Fue para mí un maestro en hacer política apegada, ya no al territorio, sino al paisano. Sé que sonreirá desde el cielo de los centristas puros al recordar su vocativo cariñoso, qué haces, cacique, lo que me decía sabiendo que si alguna vez aspiré a cacique era por emulación de la buena. De él decía yo siempre que estaba de paseo por el solar donde se levantó el Palacio de los Guzmanes y cuando lo construyeron, quedó dentro. Esta tierra es a veces cicatera en el afecto, pero creo que para esto Riello es de mejor condición. Me trae un poco al fresco al que le parezcan mal estos recuerdos que tengo de Pano como de otros políticos de opciones distintas no exentos todos, como yo mismo, de aristas y sombras, pero siempre animados por mejorar la vida de sus vecinos, entre los que recuerdo con similar cariño a Toño Canedo, sempiterno alcalde de Camponaraya y senador. Me consta que parecido recuerdo emocional tiene para ambos el presidente de la Diputación, Eduardo Morán. A estas alturas, ido su cuerpo, el espíritu de Pano ha de perdurar en la atención a los pequeños municipios, especialmente cuando se conjuran dos derivadas funestas: el envejecimiento de la población y la dispersión de las localidades, que alcanza en Riello el paroxismo con tantas juntas vecinales. Lo que es seña identitaria de León es a la vez una circunstancia -casi una condena- que dificulta enormemente la prestación de los servicios de calidad que merecen los que aún viven en su pueblo, contra la marea de las tendencias. Si algo aprendí de eso en mi vida política, habiendo nacido en León y vivido en Ponferrada, donde esos problemas se sienten menos, fue gracias a Pano.

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Con él pasé algunos momentos divertidos preparando congresos del PP. Nada que ver con lo que para otro amigo del alma es el sainete tutelado de la convocatoria del congreso próximo, que tanto juego le está dando a Leonoticias. Y lo que es peor, el que le puede dar en los próximos dos meses -para desgracia de los sufridos lectores a los que esto les deja fríos- con semejante incontinencia comunicativa de quienes quieren mostrar que el eje en el que gira el orbe terráqueo pasa por su ombligo; no siempre los futuribles candidatos, sino los que a su alrededor pululan olisqueando los vientos de la púrpura. El afiliado de a pie, no digo ya el votante que puede apoyar en unos comicios y castigar en los siguientes, no es de nadie, más que de sí mismo. Y si acaso, de las ideas y las siglas, no de quienes desempeñan los cargos, que son -como yo fui- más que pasajeros, volátiles. Por eso me subleva la incongruencia de haber copiado un modelo de congresos como el de las dichosas primarias, ajeno a la tradición estatutaria y los usos políticos del PP para que terminen diciéndonos que hay candidaturas de Génova o de María de Molina, que no es reina, sino sede autonómica. Entre ese tranquilizador modelo ordenancista de designar con el dedo de presidente omnipotente al jefe de turno y las primarias de modelo socialdemócrata hay otras vías diferentes, igualmente transparentes y garantistas de un papel diferente y activo del afiliado. Para que se enteren algunos el PP tiene afiliados, militantes otros.

Las candidaturas o son de los afiliados de León o no son de nada. Y luego con el que salga, Génova, la autonómica, los cargos públicos y todos los afiliados, a bregar el futuro. Lo demás, ganas de enredar, de buscar al primo de zumosol en Madrid o en Valladolid y de no precisar el proyecto para el PP (lo mismo para todos los demás, claro) y el compromiso de servicio a León, que es lo que todos queremos oír antes de votar.

Y los debates con transparencia, pero en las sedes y no en la prensa, que el personal ajeno se aburre y el propio se endemonia, que de tanta intoxicación y filtración interesada van sobrados. Y se lo digo yo, a quien elevaron a campeón olímpico de la disciplina en tiempos. Ya me disculparán los que ni conocieron a Pano ni les preocupa el PP más que las oscilaciones térmicas primaverales en el desierto de Atacama. Es que de lo demás, ya me he perdido en la fase de la pandemia que estamos, no llueve a gusto de todos los agricultores, , sediento el cereal y estropeado el forraje, la disminución del paro es un espejismo coyuntural y estacional y a los del Atleti el fichaje de Ancelotti no nos baja de la nube. Así que esta semana, de Panos y congresos.

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