Tremolando la historia de León
Con motivo de la clausura de los actos del 875 aniversario fundacional de la Muy Ilustre, Real e Imperial Orden del Milagroso Pendón de San Isidoro, el adarve de la muralla romana acoge un acto de exaltación
Un trozo de tela que recoge una historia casi milenaria. Un mástil que sostiene el peso de un invicto y glorioso legado.
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El pendón de Baeza, el milagroso e imperial pendón de San Isidoro, volvió a enarbolar la historia de León desde su basílica.
El adarve de la muralla romana acogió uno de los actos de clausura del 875 aniversario de la orden fundacional de la cofradía. Caballeros y damas, junto a autoridades, tremolaron la insignia victoriosa junto a la torre del gallo.
El alcalde de León acompañó en este acto y ensalzó la identidad «propia, única e inigualable» del Reino de León y volvía a denunciar que esta tierra, cuna del parlamentarismo, ostente un título que es relegado.
La Muy Ilustre, Real e Imperial Cofradía del Milagroso Pendón de San Isidoro llevó hasta la muralla este símbolo que conmemora la toma de Baeza en el año 1147.
Desde sus orígenes
Sus orígenes, de la mano de Alfonso VI, han perdurado con el paso del tiempo y mantiene en esta orden su compromiso de voto inmaculista o la nobleza de sangre y del conocimiento.
La clausura ha contado también con el arzobispo de Sevilla, que se convertirá en nuevo miembro de la orden que vela por su pendón y por el respeto a la historia que escribió León.
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