Un pueblo que mira al futuro

El día acompañaba y el pueblo gitano leonés volvió a la orilla del río, como no podía ser de otra forma. La ribera es uno de esos lugares intrínsecamente unidos a la historia de un pueblo emigrante y nómada, que volvió a celebrar su día.

Una buena representación del pueblo gitano de la capital se dio cita junto al Bernesga para conmemorar la realidad de una etnia que ha pasado por muchos sinsabores. Así, dieron lectura a un manifiesto en el que reclamaron sus diferencias, que exaltaron no como barrera contra los payos, sino como riqueza cultural a tener en cuenta.

Igualmente quisieron hacer un alegato contra la desigualdad y las injusticias que aseguran vivir por pertenecer a una etnia distinta.

Finalmente, el acto concluyó con los pétalos lanzados sobre el Bernesga.

Un grito de libertad que se alzó más fuerte en el día internacional de un pueblo que quiso volver al rio como símbolo de su historia.