Las posibilidades del primer vehículo militar autónomo sorprenden en la jornada central del Unvex

Era el día central del Unvex y la exhibición ha sido acorde a lo esperado. La Base Conde de Gazola ha contado este miércoles con el vuelo del Fulmar, un prototipo de la compañía Thales España. Después de trazar varios movimientos en el aire, este dron ha tomado tierra finalmente levantando los aplausos de los asistentes.

La exhibición de drones también contó con el Sepherd Mil, de Expal Sistems, que si bien en un primer intento no pudo despegar de forma correcta, en un segundo ya pudo volar como se esperaba, mostrando las posibilidades de un sistema autónomo aéreo. En la tarde también salió a volar el modelo Atlantic 75 de SCR Everis, que también llamó la atención.

Pero sin duda el plato fuerte del día por esperado y deseado fue la presentación del proyecto Remote-Drive, el primer vehículo militar no tripulado realizado en España. Este UGV (Vehículo Terrestre No Tripulado por sus siglas en inglés) ha sido desarrollado por el Instituto de Investigación del Automóvil de la Universidad Politécnica de Madrid y ha sido financiado por la Dirección General de Armamento y Material por medio del programa Coincidente.

Este UGV armado se ha movido por el patio de la Base Conde de Gazola, siendo controlado en todo momento desde la torre remota de armas 'Guardian 2', como «carga de pago». El vehículo autónomo está ya en servicio en el Ejército de Tierra español.

En el transporte se ha instalado el correspondiente kit que le otorga la capacidad de «drive-by-wire» y que ejerce control sobre el acelerador y el freno, la dirección y la palanca de cambio de marchas. De esta forma este vehículo se controla de manera remota a través de un puesto de conducción fuera del vehículo o de forma autónoma siguiendo una ruta preprogramada.

Adicionalmente, dispone del sensor Lidar para detectar obstáculos que se encuentren delante del vehículo, en el momento en el que se encuentra con uno de ellos procede a la detención automática y se traspasa el control al operador externo, que será el encargado de decidir si continúa o toma el control para esquivar el obstáculo.

Una exhibición que aunque pueda parecer futurista es de auténtico presente.