Vuelve el mercado de la Plaza Mayor: ¿Las nuevas medidas sanitarias llegan para quedarse?

En la mañana de este miércoles uno de los rituales más queridos de León volvió a la vida. Uno de esos obligados en la agenda de muchos paisanos y paisanas que va más allá de comprar fruta y verdura al peso.

El Mercado de la Plaza Mayor, después de dos meses de barbecho, ha vuelto al corazón de la ciudad. Después de décadas de venta, alboroto y alegría, esta cita de los miércoles ahora es otra cosa.

Accediendo y saliendo por dos carpas diferenciadas, las cintas separan el puesto de los clientes, que por norma tienen que desinfectarse antes de entrar bajo la vigilancia de la Policía Local y la presencia de Protección Civil.

El grito con las ofertas todavía no domina la escena en esta fase, pero tiempo al tiempo. Las cosas de palacio van despacio.

«Yo he venido por ver un poquitín cómo iba la jornada y la verdad es que como es normal ves a los clientes algo perdidos, a nosotros también, pero bueno, se está cumpliendo bien», comentaba una de las tenderas durante la mañana.

Fruta, verdura, mieles y quesos se encuentran al otro lado de la cinta de seguridad. Ahora el pago, más allá de Paypal o la tarjeta de crédito, se realiza dejando el dinero en un bote de plástico para evitar el contacto. Son los nuevos tiempos postpandemia.

Tras la sonrisa y el comentario jocoso de los vendedores se encuentra una realidad dura. La de haber tirado comida por no poderla vender al principio de la pandemia, mezclada con el objetivo de poder recuperar su economía en cuanto se pueda.

Los clientes, eso sí, van llegando para recuperar la tradición de acudir al mercado. Con nuevas normas, las plantas para cultivar en el huerto siguen generando buenas colas con distancias de seguridad. La nueva normalidad va llegando para quedarse.

«Era una tradición que estamos recuperando, por lo que nos volveremos a acostumbrar a venir», comenta un veterano paisano mientras hace cola para comprar fruta.

Este es el nuevo Mercado de la Plaza Mayor. Es diferente y, en gran parte, ha llegado para quedarse.