La lluvia marca la jornada en un León que dirá adiós a los chaparrones al menos hasta el miércoles

Es agosto un mes de los que tienen dos caras. Igual que la primavera, que tan pronto ofrece tardes calurosas como chubascos importantes, agosto impone el calor sin descuidar pequeñas tormentas de verano y alguna tarde más fresca que otra, quizá para avisar de que lo bueno dura poco y en León, si se habla de altas temperaturas, aún menos.

Este jueves ha estado marcado por una lluvia fina que no ha abandonado la ciudad salvo en momentos puntuales. Desde primera hora de la mañana las precipitaciones se han hecho sentir en la capital y en el alfoz leonés, siendo este un fenómeno que tardará unos días en volver.

Así lo apunta la Agencia Estatal de Meterología, donde la predicción asegura que desde el viernes las temperaturas serán más amables y las lluvias quedarán solo en el recuerdo.

Un aviso de lo efímero del verano en una ciudad que mira a octubre con más incertidumbres de las esperadas. Y no por lo que respecta al cielo.