León expropiará las dos viviendas incrustadas en la muralla en la avenida de los Cubos

Sobrevivieron al paso del tiempo y lo hicieron a la sombra de una muralla que llegó ahí muchos años antes. Eran un testigo del urbanismo de otra época, aquella en la que la puesta en valor del patrimonio no era algo primordial y donde la planificación era casi inexistente.

Décadas después de levantarse, y tras ver como algunas que les acompañaban acabaron desapareciendo, ahora le llega el turno a las dos únicas supervivientes de la avenida de los Cubos.

Las dos parcelas que sostienen un par de viviendas incrustadas a la muralla romana de la ciudad de León serán expropiadas por el Ayuntamiento.

La comisión de Urbanismo celebrada esta semana ha permitido el acuerdo inicial de derechos y bienes a expropiar correspondientes a estas dos propiedades.

Ahora será el turno de la junta de gobierno local, que este viernes recogerá el testigo para iniciar el trámite que dé paso a la demolición de ambas viviendas en esta arteria de la ciudad.

Esto supondrá un nuevo paso dentro del plan integral de peatonalización de las calles Carreras y Los Cubos, que dibujarán una nueva senda paseable junto al lienzo de la muralla y que harán resaltar este histórico monumento de la ciudad.

El acuerdo de la Junta de Gobierno Local de esta mañana, 5 de noviembre, de iniciar el expediente de expropiación de los inmuebles 9 y 29 de la avenida de los Cubos, es otro paso firme en el ambicioso proyecto de peatonalización de la calle Carreras y de la avenida de los Cubos, cuyo objetivo es poner en valor y rescatar para el disfrute ciudadano de la muralla tardorromana de los siglos III y IV, actualmente oscurecida por el intenso tráfico que circula por estas calles.

Los dos edificios que ahora se quieren expropiar son los que en peor estado de conservación se encuentran en esta avenida. La autorización del gasto para estas expropiaciones es de 240.000 euros. Tras este acuerdo se abre un plazo de información pública de 20 días.

Una vez concluidos estos proyectos entrará en servicio un gran cinturón peatonalizado que irá desde el final de la avenida de Ramón y Cajal, con la construcción de un nuevo vial peatonal que atravesará la Era del Moro y las inmediaciones del Molino Sidrón, cruzará la plaza del Espolón, hasta entroncar con la zona ya peatonalizada de la avenida de los Cubos que llega hasta la Catedral.

Todo este largo y ancho cinturón urbano se dotará con amplias zonas verdes, arbolado, bancos, iluminación adecuada y se pavimentará todo el suelo al mismo nivel para facilitar la movilidad universal, a la vez que se reservará el espacio adecuado para el tránsito ocasional de vehículos de emergencia o de cocheras de los vecinos.

El recinto amurallado de la calle Carreras y de la avenida de los Cubos es el perímetro más antiguo del pasado romano de la ciudad, que se corresponde con el primitivo trazado del recinto del campamento de la Legio VII Gemina, asentada en esta zona desde el año 74 d. C.

La muralla visible hoy se levantó adosada al exterior de la cerca del campamento romano, un muro de 1,80 metros de ancho, hecho con un núcleo de hormigón y un parámetro externo de opus vitatum. Se trataría de una muralla tardorromana, erigida a finales del siglo III o a comienzos del IV, en sustitución de la más antigua ya citada. En la construcción de la muralla tardorromana se utilizaron abundantes materiales epigráficos reutilizados de cementerios y edificios romanos anteriores.

Los cubos o torres de planta de semicírculo peraltado, de 8,25 metros de diámetro, se disponen a lo largo de todo el recinto regularmente cada 15 metros. El grosor del muro es de unos 7 metros y su altura, donde no se han elevado las torres, va de 8,70 a 10,50 metros.

La muralla perduró durante toda la Edad Media y su última gran adecuación y refortificación se llevó a cabo a comienzos del siglo XIX con motivo de las guerras carlistas.

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