Miguel, sirviendo vino a granel, y rodeado de sus clientes en el Viña de Valdevimbre.

León se despide de la Bodega Viña Valdevimbre, un clásico de la hostelería

La llegada de la hora de la jubilación arrastran al cierre al negocio de Miguel y Petra | Ambos se despiden de su clientela tras «cuatro décadas intensas, maravillosas» marcadas por el contacto con los clientes

Leonoticias

León

Lunes, 8 de marzo 2021, 12:39

El próximo 15 de abril la Bodega Viña Valdevimbre, en la Calle San Guillermo de León capital, cumpliría 40 años de intensa actividad. Esta vez no habrá celebración con la clientela, ni las risas acompañarán los recuerdos y las vivencias de todo este tiempo. «Es una lástima, pero no podrá ser. Con los 25 años hicimos celebración pero ahora, tal cual están las cosas...», aseguran sus propietarios.

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Miguel Ángel Gómez 'Michel', 'Miguel de la Bodeguilla', y Petra Álvarez Mayo se lanzaron a la aventura de poner en marcha un bar singular. Vino a granel, embutido de la mejor calidad y una pequeña cocina desde la que salía el mejor olor posible a callos o mollejas, siempre recién cocinadas.

En la barra el bar era un hervidero de personajes de la barriada y del resto de León que acudían al mismo atraídos por la llamada de sus buenos embutidos y por la fama de su limonada («Siempre natural y siempre con el mejor vino», remarcan).

La familia y dos más

Las jornadas se hicieron eternas la Bodega Viña Valdevimbre, con el nombre rindiendo homenaje a la localidad de nacimiento. Allí creció la familia, con Yolanda y Miguel Ángel, pero también con cada uno de los clientes que hicieron del local un punto de encuentro en el que todos parecían la familia de todos.

Petra recuerda con emoción el tiempo pasado, como lo hace Miguel, al que la pandemia ha castigado más de lo debido. «Él siempre se ha mostrado reticente a cerrar porque no quiere dejar 'tirados' a sus clientes. Pero el local es de sesenta metros y nunca hemos querido poner terraza porque lo que siempre se ha hecho es mantener viva la esencia del establecimiento. La Bodega Viña Valdevimbre está como el primer día y solo se ha actualizado la pintura, claro», recuerda Petra.

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Imagen de la entrada el bar Bodega Viña de Valdevimbre, con su clásico tonel a la entrada.

La vida se llenó de recuerdos gracias a este bar. Y nadie podrá con tan buenos e intensos recuerdos. Ni tan siquiera dos hechos sumamente negativos han borrado la sonrisa a Petra y Miguel. Ella se vio implicada en abril de 2012 en un terrible accidente de tráfico en la calle Santa Nonia, junto al Teatro Emperador. Un conductor arrolló a varios peatones. A Petra la dieron por muerta, pero logró una sorprendente y vital recuperación.

Chicharro y bonito

A Miguel, por el contrario, le ha tocado lidiar con las obligaciones asociadas a la edad de la jubilación y la pandemia. Él nunca quiso jubilarse, ni quiso dejar el bar con el candado puesto. No ha podido ser, finalmente no volverá a abrir. «Una pena, cuando lo mío cerramos la cocina pero él seguía con su vino a granel, el embutido y las ensaladas de chicharro y bonito. Hemos llegado hasta donde hemos podido, con todo lo bueno y lo menos bueno a lo que nos hemos tenido que enfrentar. Pero estamos aquí. Tristemente nos toca decir adiós», insiste Petra. Que concluye: «Mandan las circunstancias».

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Para el recuerdo quedará el letrero del local en hierro forjado, el tonel de vino en la puerta, los jamones colgados, el vino a granel y el aroma de una cocina que llegaba a toda la barriada.

Cierra el bar Bodega Viña Valdevimbre pero queda esa historia que define el esfuerzo y el orgullo de sus impulsores.

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