El frío frena a los leoneses a la hora de sentarse en la terraza en el primer sábado de vuelta a los bares

Las bajas temperaturas que reinaron en el sábado noche leonés hicieron que solo los valientes tomaran sitio en las recién estrenadas terrazas. Ahí estaban, eso sí, dispuestas a recibir al que se animara y no faltaron los que se lanzaran.

A pesar de que las calles estaban llenas, la estampa no era la de noches más agradables. Solo algunos apostaron por sentarse a tomar algo, al menos en exterior. Los aforos imperan en la realidad impuesta por el coronavirus en este sábado de vuelta a los bares. Eso de sentarse tiene doble objetivo.

«Teniamos ganas, por una parte estamos contentos de poder contribuir con el sector, y pto otra tratamos de cumplir las normas porque si no esto volverá a acabarse», comentaba el portavoz de un grupo de jóvenes en los soportales de la Plaza Mayor.

El mercurio apenás alcanzó el grado positivo, pero a estos valientes nada les frena.

«Estamos acostumbrados al frío, eso no es problema», señalaba.

Con las limitaciones, el plan hay que marcarlo. Tiene que dar tiempo a todo, como a este grupo de amigos que comparten terraza en la Plaza de Regla. «Nuestro plan es seguir hasta las diez, ver un poco las luces, alguna cervecina más y pa casa», señalaba una mujer sentada en una de las terrazas junto a la Catedral.

Y no solo los mayores. Niños y jóvenes también se echan a la calle con planes diversos. Dos gemelas y su hermano no querían quedarse en casa. «Iremos a cenar y hemos pasado por el kiosko, pero queríamos volver a salir, eso estaba claro», cuentan al micrófono.

El centro de León se llena de vida con mascarilla y de cañas, copas y refrescos porque a pesar del frío, las ganas de compartir momentos son aún más fuertes.