Uno de los relatos realizados por la enfermera para los más pequeños.

Elena, la enfermera del Hospital de León que hace cuentos para los más pequeños

Alejada de sus tres hijos para evitar cualquier posible contagio recurre a narrar cuentos e historias de León a los más pequeños a través de la red | El objetivo, sobrellevar una situación jamás vivida por la sociedad

Leonoticias

León

Martes, 14 de abril 2020, 10:46

'Cuquín' es un personaje de ficción creado por una enfermera del Hospital de León. Un personaje que nace del empeño por amenizar la vida a los niños que permanecen confinados y es fruto de una experiencia personal.

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Elena, junto a su marido, trabaja en el Hospital de León. Una situación que ha complicado la vida familiar con sus tres hijos de 3, 8 y 11 años. «Cuando decretaron el Estado de Alarma y empezaron a aparecer los contagios entre nuestros compañeros, decidimos que lo más seguro para todos era que los abuelos se llevaran a los niños al pueblo», recuerda ahora.

Fue al quedarse sola cuando comenzó pensar cómo marcaría a los niños en el futuro el haber vivido este confinamiento y todo lo relacionado con esta pandemia en su infancia. «Ni pararla ni resolverla está, obviamente, en mi mano pero cómo van a vivirlo mis hijos y los recuerdos que tendrán de esto quiero pensar que un poco sí. Así fue como decidí hacer algo para ellos…y se me ocurrió crear un personaje que acudiera todos los días a verles y del que ellos estuviesen pendientes», también ha asegurado.

La búsqueda de una marioneta

Toda su preocupación pudo encauzarse cuando buscando alguna marioneta por las habitaciones de los pequeños localizó «este gusanin tan simpático que iba a ser además mucho más sencillo de manejar. El nombre vino solo, pensé que era una cocadina de muñeco y como aquí en León los diminutivos los terminamos en –in, Cuquín me parecía un nombre apropiado para 'un gusanin cazurrin'«.

Y el siguiente paso fueron los cuentos: «Los vídeos son muy cortos y sencillos, porque mi hija pequeña y mi sobrina tienen solo 3 años y porque yo nunca había hecho nada parecido. Los objetos que aparecen en ellos son juguetes de mis hijos o cosas que encuentro por casa«.

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«Los primeros vídeos (no están todos publicados) eran todos relacionados con el coronavirus: lavarse las manos, estornudar en el codo, los aplausos… pero luego pensé que, igual que yo estaba saturada ya de coronavirus, ellos no necesitaban más referencias a eso sino cosas que les distrajeran un poco«, recuerda en un escrito remitidos a leonoticias.

Redes sociales

«Al principio ni mis hijas sabían que los hacía yo porque no me reconocían con la voz que pongo para Cuquin. Cuando ya llevaba ocho o diez días haciéndolos me dijo mi padre que había subido algún vídeo de Cuquin a sus redes sociales, viendo que a los hijos de nuestros familiares y amigos también les gustaba ya fue cuando pensé que podía ser interesante que llegara a muchos más niños. Abrí un perfil para él en Facebook (Holasoycuquin), en Instagram (#holasoycuquin), y comencé a compartirlo con todos nuestros conocidos también por whatsapp«, añade.

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Ahora cuando acabe el confinamiento quiere seguir con los vídeos de #holasoycuquin, «supongo que será precisamente cuando más ideas para nuevos capítulos se me ocurran, pudiendo salir por fin de casa incluso Cuquin».

El día después

«No sé si mis hijos recordaran a Cuquín cuando cuenten a sus nietos como fue esto del coronavirus, pero al menos a mí sí me ha servido para «estar un poco juntos cada día» y sentirlos más cerca. La verdad es que echo muchísimo de menos a mis niños todo el tiempo. Me preocupa el futuro económico del país pero ahora mismo pienso más en los familiares, amigos y los muchos compañeros que han estado o están contagiados, aislados e incluso algunos de ellos hospitalizados como consecuencia del coronavirus«, también asegura.

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Recuerda Elena que la vida 'entre dos' poco tiene que ver con la agitación diaria de una familia numerosa. Largas jornadas que se rompen con el aplauso de las ocho de la tarde que siempre, en su caso, tiene dedicatoria especial «para todos mis compañeros sanitarios, fuerzas de seguridad, bomberos, transportistas y ese largo etcétera de trabajos esenciales, pero también es para mi madre, que como muchas abuelas en España, se ha tenido que hacer cargo de sus nietos, cuidarlos, encargarse de los deberes escolares (cada uno de un curso distinto con todas esas aplicaciones, fichas, etc), comidas, baños…intentando además que no nos echen mucho de menos y estén contentos para no preocuparnos en la videollamada de cada día«.

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