Ocho de los nueve acusados por la 'trama de la carne' reconocen su culpa y pactan las penas

Vendían carne sin las correspondientes garantías sanitarias y este jueves lo han reconocido en sala. Ha sido en el Juzgado de lo Penal nº1 de León donde ocho de los nueve empresarios cárnicos y hosteleros- acusados han admitido su culpabilidad de vender carne y embutidos sin garantías sanitarias como registro, etiquetado o caducidad. En total, la Guardia Civil decomisó 13.981 kilos.

Ante el tribunal únicamente el propietario de un matadero en el barrio de Oteruelo de la Valdoncina que ha negado cualquier responsabilidad en lo sucedido, mientras que el resto de los imputados han acordado reconocer los hechos pactar la condena y aplicar el atenuante de arrepentimiento y de dilaciones indebida.

Entre ellos, el presunto cabecilla de la trama, propietario de una empresa cárnica en San Andrés del Rabanedo, que sacrificaba ganado ovino sin contar con la autorización pertinente, utilizando un sello que imitaba al oficia del matadero de León para aparentar que la carne contaba con todos los requisitos legales.

Cabecilla de la trama

Un delito contra la salud pública y otro continuado de falsificación de documentación oficial por el que se enfrenta a cuatro y tres años de prisión, respectivamente. Finalmente, el juez le ha condenado a once y tres meses así como a una multa de ocho meses a razón de seis euros diarios y la inhabilitación para cualquier profesión relacionados con la alimentación durante año y medio.

Para otro de los imputados, propietario de otra empresa cárnica y actualmente en prisión por delitos contra la salud pública, fiscalía y defensa han pactado 11 meses de prisión así como año y medio de inhabilitación, frente a los cuatro años de prisión y los seis de inhabilitación que se le solicitaba inicialmente,

Cinco de los nueve acusados, en su mayoría propietarios de empresas de distribución de carne, el juez les ha condenado a todos ellos a cinco meses de prisión, frente a los 2 años y cinco meses que se les solicitaban, conmutable por una multa de 10 meses a razón de seis euros diarios. Asimismo, estarán inhabilitados durante el periodo de nueve meses.

Perjuicio para su actividad

Por último, al titular de un restaurante situado en la localidad de Valdevimbre, el juez le ha condenado a tres meses de prisión, conmutable por una pena de multa, y a nueve meses inhabilitación. Concretamente, la Guardia Civil decomisó durante una inspección en el 2011 nueve kilos de solomillos y costillas caducadas.

En cualquier caso, la Fiscalía ya ha asegurado que informará favorablemente al indulto que solicitará su letrado para proceder a la suspensión de la pena de inhabilitación al entender que se trataba de un hecho puntual y que la cantidad de carne era mucho que el resto de acusados, siendo consciente del grave perjuicio que le causaría esa pena para el desarrollo de su actividad.

Un único acusado

Ahora, el proceso judicial continuará con un único acusado en el banquillo. Se trata de un empresario cárnico al que el Seprona decomisó 4.719 kilos de carne en su compañía situada en Oteruelo. Por ello, la Fiscalía solicitaba una pena de 2 años y cinco meses de prisión así como 4 años y cinco de inhabilitación.

Hechos que ha negado su letrado, el único en no alcanzar un acuerdo, que intentará probar la no culpabilidad de su cliente para evitar, principalmente, la pena por inhabilitación dado el perjuicio que supondría para la empresa de la que es titular.

La ausencia de una de las testigos, encargada de elaborar el informe en el que se determinaba que la carne decomisada estaba en mal estado, dilatará el proceso judicial, previsiblemente, durante varias semanas.