Iker Jiménez: “En misterios, León tiene todo lo que uno se pueda imaginar”

Periodista, investigador, buscador incansable de la verdad. Iker Jiménez Elizari (Vitoria, 1973), presentador de Cuarto Milenio, llega a León con la gira de la exposición de su programa y su Noche del Misterio demostrando su cercanía como persona, tomando un café tranquilamente en el restaurante Vía Principalis de la calle Ancha, y desplegando todos sus conocimientos tras muchos años investigando el misterio. Enamorado de León, no es la primera vez que se acerca a esta tierra ni la primera vez que esta tierra se acerca a él. En su día dedicó un programa entero al Santo Grial leonés, el Cáliz de doña Urraca, y admite haber llegado hasta esta provincia en el trascurso de alguna investigación. Afable y cercano, junto con su mujer y copresentadora del programa, Carmen Porter, intenta allá donde va transmitir su visión de que la vida está rodeada de maravillosos misterios pero que, a su vez, el mayor de los misterios es la propia vida.

La exposición se hizo por primera vez coincidiendo con el programa 300, en 2012. Lo que en principio fue un evento único ha derivado en una gira imparable. ¿Cuál es la clave del éxito de esta exposición?

La exposición es la filosofía del programa llevada a lo material. En unos tiempos tan turbulentos como los que estamos viviendo a nivel político, a nivel económico y también en un tiempo en el que cualquier persona tiene lo que quiera con una tecla, gana fuerza el evento, que las cosas que tú tienes en la pantalla las veas de verdad delante. Gana fuerza, también, el hecho de que esta noche estemos ante las personas teniendo una charla con ellos. La clave es también que las grandes preguntas del misterio siguen sin resolver desde el tiempo de las cavernas, siguen siendo inalcanzables. Esa mezcla, de algo que es totalmente diferente, que en España no se había hecho y de que las grandes preguntas sigan sin resolver creo que hacen el cóctel bueno de Cuarto Milenio.

¿Cómo es la exposición que llega a León?

La de León es muy importante porque hay muchas áreas que no se han visto en ningún lugar de España. Por ejemplo, los cuentos mágicos que fue unos de los programas más bonitos que hemos hecho. La verdadera historia del Principito, de Peter Pan, que está basado en la muerte de un niño y la gente no lo sabe, de hecho yo no lo sabía. Toda esa área, que me parece muy interesante, es nueva. Hay una parte preciosa de animales, de ayer y de hoy: animales prehistóricos, animales del Románico o animales que la ciencia ha determinado que nos sobrevivirán. El hecho de que se pueda ver y tocar, es algo que la gente alucina. Entonces hay 10 áreas pero que han ido creciendo. En León hay como un 20% de piezas nuevas. Hablamos de unas 500 piezas. No hay ningún museo del mundo de este tipo.

Se busca el arraigo con la tierra que se visita. Aquí hay una reproducción del Cáliz de Doña Urraca, por ejemplo. ¿Hay alguna pieza más que tenga relación con León?

Sí, porque, por ejemplo, León fue una tierra de lobos muy importante. El culto al lobo es una de las cosas más increíbles, que si fuera en Estados Unidos tendríamos museos sobre ello. En España no valoramos mucho lo que tenemos. Desde la arqueología hasta los chamanes vestidos de lobo, que los hubo en España, hasta el culto a este animal como algo casi demoníaco es algo que se da mucho en la franja cantábrica, Asturias y León. Hay varios guiños. Nosotros queremos hacer la exposición en la que haya cosas de todo el mundo pero hay cosas que te dice oye, esto también te pertenece, esto está cerca. Por ejemplo, hay una zona que es la más chunga, que se convierte en la estrella de la expo, que son los muñecos malditos. De repente tienes una muñeca, precisamente, entre Galicia y León, de los últimos casos de brujería real ancestral, donde cada muñeca quemada y con una cruz significaba el alma de alguien que había sido atendido por esa bruja. Eso ha estado hasta hace 30 años, y lo tienes también en la exposición. Siempre hay un nexo con la ciudad en la que vamos y con España en general. Una de las cosas de Cuarto Milenio es reivindicar nuestro patrimonio inmaterial.

Aprovechando su estancia en León, ¿ha estado en San Isidoro?

La conozco bien, claro. Pero me hubiera gustado volver con Margarita [Torres], que es una crack impresionante, amiga mía hace 20 años casi y que ha hecho todo el esfuerzo para traernos. Me encantaría volver, no sé si podré. Desde luego lugares de poder, León tiene unos cuantos. San Isidoro es algo increíble. Yo soy hijo de pintor y esos frescos del Románico te dejan absolutamente asombrado. Yo creo que el misterio a veces es la excusa para que la gente conozca otras cosas. En esto en Estados Unidos, Reino Unido o Francia nos llevan años luz. A veces, tienen menos historia que nosotros pero emplean muy bien el resorte de la anécdota, del misterio, para que luego la gente vaya a ver una cosa. Ójala, por ejemplo, el Grial sirva, sea lo que sea el Grial, para que la gente conozca el León histórico. Creo que es una forma nueva de atraer gente.

Otras ciudades, como Valencia, se disputan la posesión de este objeto sagrado. Como conocedor de ambos casos, ¿se podría pronunciar?

Me pronuncio sin ningún problema. Hay dos tipos de griales: uno que es el físico, la supuesta copa, no sé hasta qué punto eso tiene que ver con Jesús o no, y otro es el Grial simbólico que es más interesante incluso. El Grial filosófico, el Grial que los antiguos ocultistas veían como la sublimación de una vida dedicada en el buen sentido. La meta de alcanzar la trascendencia, la comprensión del misterio de la vida. Pero con respecto a la disputa que hay, me fío de Margarita cien por cien. Puedo asegurar que pocas personas tan eruditas, tan entusiastas, tan de verdad. Si ella dice que este tiene más probabilidad, yo aseguro que en España lo más cerca que hay del Grial auténtico es esa copa que tenéis en León y que habría que potenciarla todavía más.

¿Qué otros misterios esconde León?

De misterios de León, podríamos estar tres horas hablando. No hay provincia de España que no tenga cosas. A Cuarto Milenio le interesa hacer cliché y que sea un poco más conocido lo sobrenatural. Pero si alguien ve programa será un 30% sobrenatural y un 70% de arqueología o ciencia, pero igualmente misteriosa. León tiene todo lo que te puedas imaginar. Desde el Neolítico, simbolismo de cosas increíbles, hasta toda la magia incluso de los primitivos templos romanos hasta casos puramente paranormales. Hay alguno criminal que me pone los pelos de pnta. Por ejemplo, recuerdo una portada de El Caso que era de León, en el Bar ¡Ay!, que se entraba por una zona de la vieja carretera, y aquella camarera, apellidada Sobrino, había poco menos que descuartizado a la víctima y había seguido sirviendo tapas. La portada de El Caso era Fría como un témpano. A mí eso me impresionó muchísimo.

Yo en su día, hace 20 años, estuve aquí investigando unos apagones que hubo en la zona Villacalabuey, relacionado con supuestos Ovnis. Apagaron toda la región y la gente estaba realmente asustada. Contaría decenas de casos. Esta provincia en concreto ¡tiene tanta historia!

La Noche del Misterio es un encuentro cerrado, sin grabaciones, ¿por qué este concepto?

Sergio es la persona que lleva toda la imagen de Cuarto Milenio. Es una imagen de muy cuidada, usamos infografías, etc. Y se nos ocurrió un día hacer algo que no fuera ni tele ni radio ni conferencia. ¿Qué era? Sergio ha creado unos fondos, que van transformándose. Si estamos en el Bar ¡Ay!, estaremos en el Bar ¡Ay!; si estamos en el bosque, estaremos en el bosque; si estamos en Egipto, estaremos en Egipto. Carmen pide siempre una cosa que me parece un milagro, dice ¿podéis apagar el móvil, no utilizarlo?. En todas las charlas no ha habido un solo móvil encendido, ni una foto ni nada. Hoy en día parece imposible, no podemos estar desconectados. Pues algo pasa en esa noche, que creo que es la mejor tarjeta de visita, que la gente está dos y tres horas sin mirar el móvil. Carmen dice que se genera una energía muy especial. La gente está muy metida en tus investigaciones, contamos cosas que a lo mejor no hemos contado nunca en la tele, experiencias personales. Es brutal.

En estas Noches del Misterio habla un poco de su experiencia como investigador, ¿hay algún caso que haya investigado que tenga como el más extraño, impactante o terrorífico que haya visto en su vida?

He tenido la fortuna desde niño de amar esos temas y viajar en el mundo y seguramente en España me he encontrado quizás las cosas más impresionantes. Yo me siento muy español en ese aspecto. Siento que no nos damos la importancia que tenemos como pueblo, como lugar de misterio. Estando en casi todos los continentes investigando, el lugar más impresionante y el caso que más me ha marcado en mi vida es una experiencia que tuve a solas en la caverna de Altamira, en la verdadera, y que cambió mi vida, aunque no sé muy bien contar por qué. Acaba de matarse el director de la cueva de Altamira, mi buen amigo, en un accidente. Y yo me acordaba de él muchísimo en la noche que se mató. Fue curiosísimo, me pone los pelos de punta. Hace cuatro días estábamos nosotros en California y veíamos unas construcciones que son caras. Y yo al grupo con el que íbamos le dije que esas caras eran como las de Altamira, que la gente no sabe que hay caras humanizadas. Y me acordé de mi amigo José Antonio de las Heras, del día que no sé por qué, sin conocernos de nada, me permitió algo que ni Zapatero en el 2008 había podido, entrar en Altamira. Algo pasó, conjuntamos y me dejó tres horas a solas allí. Me acordaba de ese amigo y no sabía que a esa hora, mirando esas caras en California, mi amigo se mataba. Eso me transformó en otra persona. Espero que mejor

Durante muchos años ha trabajado el misterio y gran parte de ese trabajo ha estado relacionado con lo sobrenatural, ¿qué lado de la realidad es más aterrador?

El real. No tengo la menor duda. Cuando yo pongo a Piqueras en la tele y veo a una señora de luto con una cabeza de un niño en la mano, andando por Moscú, digo ahí está el Diablo. Le falta la guadaña. Cuando veo atentados de todo tipo, violencia absoluta Hay gente que me dice ¡qué miedo da tu programa! Yo pienso ¿miedo?, si mi programa es para volver a la mente infantil, para volver al asombro, para volver a enamorarse de la realidad. Hay cosas que dan miedo pero siempre aprendiendo algo. A mí miedo me lo da el informativo. No hay mayor miedo que el Demonio humano.

¿Cuál es el mayor misterio de la vida?

La vida, porque nadie nos cuenta qué es. Cuando yo fui papá, me puse a investigar mucho sobre la mamá y el niño. Y me doy cuenta de que hay cosas que nadie nos cuenta y que ponen los pelos de punta. Algo que ha sido un breve en la prensa española: a las 33 semanas todos hemos empezado a soñar en el vientre de la madre. Eso está probado. Los niños empiezan a hacer el movimiento rápido de ojos que se produce en el sueño cuando estás soñando algo con contenido. Y me preguntaba, ¿y qué ha soñado un niño que nunca ha visto el mundo?. Me empecé a interesar mucho en el cordón umbilical que hay entre la madre y el hijo. Yo no sé si creo mucho en los videntes, pero sí mucho en la videncia. Es decir, una madre que sabe que a su hijo le han matado a 1000 kilómetros. ¿Qué energías hay ahí? Nadie lo sabe, es parte de la vida. ¿Qué va a pasar cuando todos nosotros muramos? Nadie lo sabe. Ese es el gran misterio de la vida. Yo siempre he pensado en la vida como un regalo, que todos los días nos dan, mientras nos preocupamos por estar más guapos, por tener más amigos en el Facebook Si pensáramos que es un regalo, igual la valorábamos un poco más. Yo tengo una niña de cuatro años que es la mejor maestra que he tenido nunca. Para mi hija cada cosa en el momento es lo más importante. Si algo resume la filosofía de Cuarto Milenio es Vuelve a asombrarte. El gran misterio no son los Ovnis ni los fantasmas, es la vida.