Arlene Foster, del Partido Democrático Unionista(DUP) Afp

Belfast recupera la autonomía con extraña normalidad

Dos mujeres guiarán por primera vez la política de una Irlanda del Norte castigada por pobreza y sectarismo

Iñigo Gurruchaga

Londres

Sábado, 11 de enero 2020, 19:12

Arlene Foster, del Partido Democrático Unionista(DUP), ha recuperado su posición como ministra principal de Irlanda del Norte, tras el acuerdo de los partidos para restaurar las instituciones autonómicas que estaban suspendidas desde hace tres años. Michelle O'Neill, del Sinn Féin, será la vicepriministra principal, con el mismo rango que ostenta Foster. Por primera vez, dos mujeres guiarán la gobernación de la región.

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Los partidos con más de dos diputados en la Asamblea tendrán al menos una cartera en el Ejecutivo. Naomi Long queda al frente de la de Justicia, responsable también de la gestión del Servicio de Policía de Irlanda del Norte(SPNI). Su partido, Alianza, ha dirigido el departamento desde que fue transferido, en 2010, salvo en un breve periodo en el que corrió a cargo de una diputada independiente.

El Acuerdo de Viernes Santo de 1998 creó un mecanismo para la elección del Ejecutivo compartido por el que los dos principales cargos han de ser asignados a los dos partidos con más escaños. El resto de las carteras se reparten aplicando la regla d'Hondt, salvo la de Justicia, que requiere el apoyo de mayorías en cada uno de los bloques, unionista probritánico y nacionalista irlandés.

El mismo requisito se aplica para elegir la mesa. El pacto entre Foster y O'Neill permitió que Alex Maskey sea el presidente de la Asamblea. Veterano del Sinn Féin-IRA, fue el primer republicano elegido para el rol ceremonial de Lord Alcalde en el Ayuntamiento de Belfast. Invitado frecuente del movimiento abertzale en su proceso de paz, fue un agudo observador de las diferentes circunstancias entre el IRA y ETA.

La restauración de la autonomía se ha logrado en un diálogo entre los gobiernos de Londres y de Dublín con los partidos locales, que habían sido advertidos por el ministro británico, Julian Smith, de que convocaría nuevas elecciones si no se restauraban el lunes. El borrador de acuerdo se publicó en la noche del jueves, los partidos lo aceptaron el viernes y convocaron la Asamblea este sábado.

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Carencias

«Es un día trascendental», dijo el primer ministro, Boris Johnson, en una declaración escrita. «En el inicio de una nueva década, podemos aspirar ahora a un futuro más brillante en Irlanda del Norte, con un Ejecutivo que puede transformar los servicios públicos y mejorar la vida de la gente». Elogió la tarea del ministro Smith, especialista en tareas complicadas y ministro para la región desde julio.

Johnson añadió a la ya enrevesada restauración la burla al DUP con el Acuerdo de Retirada que producirá el 'brexit' al final de este mes. Creará un sistema de controles aduaneros para que la frontera irlandesa no se convierta en una vía de entrada de mercancías ilegales en el mercado común europeo. Los unionistas creen que esos controles crearán una barrera con el resto de Reino Unido.

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Tras haber pasado tres años como interlocutores predilectos del Gobierno conservador, cuya estabilidad dependía de sus escaños, el DUP vio a su 'tory' preferido, Johnson, girar 180 grados sobre lo que les había prometido. Luego perdieron su capacidad de influencia tras la victoria electoral de los conservadores en diciembre. Su más dotado dirigente, Nigel Dodds, perdió su escaño.

En esa circunstancias, una Arlene Foster ya debilitada por su al menos ingenuo apoyo a la facción más dura del 'brexit' entre los conservadores y desacreditada por la grotesca gestión de unas subvenciones para la instalación de calentadores ecológicas en los meses previos al colapso de la autonomía, concentró su breve discurso de aceptación en la necesidad de «mirar hacia el futuro».

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Londres promete al Ejecutivo norirlandés presencia en la delegación británica que negociará el tratado comercial con la Unión Europea, cuando afecte a los arreglos aduaneros o a su economía regional. Aunque el documento no da cifras, promete también una dotación financiera suficiente para aumentar el número de policías o plazas de formación de enfermeras, y nuevas infraestructuras.

La educación, con déficit y excedente de plazas por la duplicación de colegios católicos y estatales, y la sanidad pública, donde se aplicará una reforma diseñada por el exconsejero del Gobierno Vasco, Rafael Bengoa, requieren más presupuesto. Y en cien días, Smith tiene que presentar las leyes de un delicado paquete de iniciativas de reconciliación acordadas en 2014 y nunca implementadas.

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