Rusia se sitúa en el tercer puesto mundial en número de infectados por Covid-19

Rusia ha registrado hoy la cifra récord hasta ahora de 11.656 nuevos casos de Covid-19, lo que eleva el total de infectados a 221.344, superando así a Italia, Reino Unido y cerca ya de España, que ocupa el segundo puesto mundial en número de contagios. Los fallecimientos, sin embargo, que crecen a un ritmo de unos 90 diarios, se mantienen en niveles bajos en comparación con la masa de enfermos, exactamente 2.009, que suponen 94 más que el día anterior.

El presidente Vladímir Putin mantendrá hoy una videoconferencia con ministros y responsables regionales en la que, según su portavoz, Dmitri Peskov, anunciará si a partir de mañana martes seguirán vigentes los días no laborables y hasta qué fecha en concreto. El alcalde de Moscú, Serguéi Sobianin, decidió la semana pasada ampliar el confinamiento obligatorio hasta el 31 de mayo, medida que han secundado otros territorios del país, lo que hace esperar que Putin prolongue hasta esa misma fecha los días no laborables con sueldo garantizado debido a que la situación epidemiológica no mejora.

Sin embargo, muchos especialistas rusos y la OMS estiman que la propagación de la pandemia en Rusia tiende a estabilizarse y consideran un buen indicador la baja tasa de mortalidad. El ZAGS, el registro civil ruso, informa no obstante que en abril ha habido en Moscú 2.000 muertos más que los registrados en el mismo mes del año pasado. Si ese aumento es achacable al coronavirus, significaría que el número de decesos reales sería casi el doble que lo que indican las cifras oficiales.

La vicealcaldesa de la capital rusa, Anastasia Rákova, aseguraba hoy que en la ciudad «el número de enfermos recuperados continúa aumentando con rapidez» y facilitaba la cifra de 4.032 curados en las últimas 24 horas, lo que sitúa el total en 17.822. Moscú ha anotado hoy 6.169 nuevos casos de Covid-19 y sitúa el total de contagios en 115.909. Los decesos pasan en un día de 1.064 a 1.120.

Por otro lado, el Instituto de Investigaciones Científicas Ivanovski alerta que con la llegada del buen tiempo podría producirse un repunte de los contagios. Uno de sus responsables, Mijaíl Shelkánov, en declaraciones a la radio «Moscú al habla», afirma que «la gente se ha cansado ya de estar en casa y existe el peligro de que con el buen tiempo se lance a la calle».

Shelkánov sostiene además que no está claro que el aumento de las temperaturas vaya a ralentizar la epidemia como creen algunos. Mientras tanto, desde hoy en Rusia comienzan los experimentos clínicos para la creación de un vacuna. Así lo afirma Rinat Maksútov, director general del Centro Científico Estatal 'Véctor' de Novosibirsk, el más importante actualmente del país en lo que a investigaciones sobre el coronavirus se refiere. Allí se elaboran la mayoría de los tests que se están utilizando en el país para detectar la enfermedad.

Los estados federados alemanes alivian desde este lunes varias de las restricciones dictadas para combatir la epidemia de coronavirus que se ha cobrado hasta ahora más de 7.500 víctimas mortales en este país. La apertura de los comercios es ya general con la entrada en vigor de la autorización para las grandes superficies, grandes almacenes y tiendas con superficies de más de 800 metros cuadrados. En varios estados como Renania del Norte-Westfalia abren también por primera vez desde hace más de mes y medio los gimnasios y estudios para mantenerse en forma bajo estrictas medidas de higiene. Igualmente reinician sus actividades también con severas restricciones higiénicas los estudios de masaje, cosmética y tatuaje. Después de que el sábado pasado abrieran los primeros locales gastronómicos en Mecklemburgo-Antepomerania, con el comienzo de la semana la medida de alivio se generaliza en todo el país.

Las escuelas de baile, pabellones de deportes y salas de seminarios de los clubes deportivos tienen también autorización para abrir, aunque en todos los casos deberán mantener sus vestuarios cerrados.

La Conferencia Episcopal Alemana se ha distanciado de un escrito internacional, el llamado documento Vigano, en el que se critican las medidas para combatir la epidemia de coronavirus y que ha sido firmado también por el cardenal germano Gerhard Ludwig Müller. «La Conferencia Episcopal Alemana no comenta llamamientos de obispos aislados fuera de Alemania. Pero quiere añadir que la valoración de la pandemia de coronavirus por la Conferencia Episcopal difiere totalmente de ese llamamiento público», dijo el presidente de los obispos católicos alemanes, Georg Bätzing. También el influyente movimiento laico «Somos Iglesia» criticó ese escrito por considerar que se basa en inaceptables teorías conspirativas.

Bajo el título «Un llamamiento a la iglesia y el mundo, a los católicos y la gente de buena voluntad», el llamado documento de Vigano critica duramente las restricciones dictadas para evitar la propagación de la pandemia, como el cierre generalizado de templos e iglesias, y otras medidas que califica «inaceptables formas de limitación de las libertades».

Tras las manifestaciones durante el fin de semana contra las restricciones del coronavirus, destacados políticos de todos los partidos han advertido contra las corrientes radicales en el movimiento de protesta. Quien niega la pandemia y llama a la violación de las medidas protectoras aprovecha «descaradamente» la inseguridad de la gente para «desestabilizar y dividir la sociedad», afirma este lunes en los rotativos del grupo Funke la copresidenta del Partido Socialdemócrata, Saskia Esken, quien llama a plantar cara a quienes difunden mensajes con verdades a medias y teorías conspirativas. «Mirar para otro lado y callar no ayuda. Debemos contestar y demostrar que somos demócratas», afirma Esken.

El vicepresidente del grupo parlamentario de Los Verdes, Konstantin von Notz, reconoce que «es legítimo cuestionar las medidas restrictivas y expresar el descontento por las mismas», pero subraya seguidamente que muchos manifestantes son gente que «cuestiona básicamente el sistema» y considera que los políticos son marionetas de millonarios como George Soros o Bill Gates. Ute Vogt, del SPD, advierte a su vez que las medidas contra el coronavirus son «carnaza» para la ultraderecha que trata de aprovechar el descontento para reclutar adeptos.

El secretario general de Interpol, el alemán Jürgen Stock, ha advertido del comercio ilegal con productos falsos en el momento en el que se desarrolle una vacuna o medicamento para combatir el coronavirus. Lo mismo sucede actualmente ya con mascarillas y productos desinfectantes falsificados. «Habrá una segunda gran oleada (de falsificaciones) cuando se avance en el desarrollo de vacunas», afirma Stock en declaraciones a la agencia germana DPA. El jefe de Interpol destaca que el crimen organizado se ha adaptado rápidamente a la pandemia de coronavirus. Los criminales aprovechan «los nuevos temores, miedos, preocupaciones y necesidades de la gente» para «reorientarse en sus actividades», destaca el líder policial internacional.

La recesión por la pandemia está provocando la desaparición masiva de empleos en algunos sectores de la economía alemana. Hasta ahora han decidido realizar despidos o no renovar contratos laborales el 58% de las empresas gastronómicas, el 50% de las hoteleras y el 43% de las agencias de viajes en Alemania, según un sondeo del instituto «Ifo» de estudios económicos. En el sector automovilístico son el 39% de las empresas las que han tomado esas medidas. «A partir de ahora la crisis golpea la totalidad del mercado laboral alemán», afirma el experto Klaus Wohlrabe en el análisis del «Ifo», en el que se subraya que el 18% de las empresas alemanas han eliminado hasta ahora puestos de trabajo.

Theresa May batió todos los récords de mensajes por un jefe de Gobierno británico a la nación durante el enredo del 'brexit' y Boris Johnson le ha cogido gusto también a la aparición televisada. Fue breve en la noche del domingo y creó confusión sobre qué podrán hacer los ciudadanos a partir de esta semana. Mientras tanto, sus portavoces informaban a algunos periódicos de que el Gobierno va a publicar 50 páginas de instrucciones.

La recepción del discurso no es buena en la prensa, salvo en la 'johnsonista' militante. Y en el Parlamento tendrá que dar hoy explicaciones más detalladas. El Partido Nacional Escocés se las exigirá sobre los motivos que le llevaron a filtrar a la prensa el cambio de eslogan- de «permanezcan en casa» a «permanezcan alerta»- antes de informar a los ministros principales de Escocia, Gales e Irlanda del Norte.

Johnson tendrá que responder a más preguntas difíciles. Por ejemplo, por qué promete un sistema de test «imbatible en el mundo» cuando estadísticos reprochan al Gobierno que sea aún incapaz de dar una cifra de contagiados en el país mientras infecta diariamente a la población con números ni útiles ni fiables. Y cuando tiene que enviar 50.000 muestras a Estados Unidos por causa de «asuntos operativos» en laboratorios de Reino Unido.

La pasada semana fue de divergencia de comunicaciones por el Gobierno sobre el alcance de la relajación y claros síntomas de división en el Gabinete. Esta comienza con un confuso discurso televisado del líder, y un país desorientado sobre si debe abrir su establecimiento y con qué criterios, o acudir al trabajo. Con sarcasmo se puede decir que tal desorden mantiene efectivamente alerta a la población.

El columnista y exdiputado conservador, Matthew Parris, se preguntaba en 'The Times' el sábado si «la infusión de vivaz optimismo» es el singular o el único atributo del primer ministro. Pero es el momento de la gestión metódica y eficaz de la administración pública, y de la sobriedad retórica. Su visita a los cielos de la simpatía popular por contraer primero la enfermedad mortal y luego tener un hijo ha terminado.