Biden presenta a los inmigrantes como un valor añadido
En su primera intervención ante el Congreso, el presidente de EE UU lanza un nuevo plan económico para aupar a la clase media
mercedes gallego
Corresponsal. Nueva York
Miércoles, 28 de abril 2021, 22:54
La historia recordará el primer discurso de Joe Biden ante el pleno del Congreso ocurrido anoche como el primero en el que un presidente de Estados Unidos compareció flanqueado por dos mujeres, la vicepresidenta, Kamala Harris, y la portavoz del Congreso, Nancy Pelosi. Se recordará también que ambas acudieron con la boca tapada, gajes de la pandemia.
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El mandatario ha llegado a la marca de los cien días que se estudia desde Roosevelt con los deberes hechos y buena nota. Sabía que se le juzgaría por su capacidad para controlar la pandemia y responder a la promesa de distribuir cien millones de dosis de la vacuna para la Covid-19, que luego dobló a 200 e incluso superó. Con eso fuera de la lista, ahora puede centrarse en cumplir otras promesas de campaña que se aproximan más a convertir EE UU en el país con el que siempre soñó.
Bien se precia de ser un hombre de la calle con sensibilidad para empatizar con los más desfavorecidos. De ahí que tomase la arriesgada decisión de dedicar anoche parte de su discurso a los inmigrantes indocumentados, tema que ha sido la patata caliente de todos los presidentes en el último medio siglo. Prueba de lo divisivos que son los inmigrantes es que Donald Trump los utilizó para lanzar su campaña presidencial en 2015. Con todo, Biden no se amedrentó.
Un programa familiar invertirá 1.800 millones de dólares en educación, cuidado infantil, deuda estudiantil o nutrición
Además de comprometerse a relanzar la reforma migratoria que puso sobre la mesa desde el primer día de su Gobierno, anoche indicó a los legisladores que está dispuesto a aceptar compromisos parciales para aquellos apartados más populares. Se trata de dar una solución permanente a los 800.000 soñadores, los hijos de indocumentados que llegaron de la mano de sus padres sin que nadie les consultase y no conocen otro lugar en el que vivir.
Cuando la Ley de Acción Diferida para la llegada de niños (DACA) fracaso en el Congreso, Obama aprobó mediante orden ejecutiva una solución temporal qué Trump congeló. Paradójicamente los abusos migratorios de la anterior Administración, con las estremecedoras historias de separación familiar, sensibilizaron al país y hacen más fácil que los receptores de DACA puedan alcanzar su sueño que convertirse en ciudadanos de pleno derecho. Varios senadores republicanos han indicado que están abiertos a ello.
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Retiro conservador en Florida
No son necesariamente los que se encontraban en la sala. Muchos legisladores republicanos aprovecharon el formato virtual con carácter híbrido para esquivar la convocatoria de última hora que coincide con un retiro del partido conservador en Florida. De los 1.600 personas que habitualmente asisten a los discursos presidenciales ante el pleno del Congreso, este miércoles el aforo se había limitado a 200. Ni siquiera cabían todos los legisladores, mucho menos invitados de ningún tipo.
El palco de la primera dama, que suele acaparar la atención porque sus invitados son parte del discurso presidencial, estaba este miércoles prácticamente vacío. Jill Biden asistió al primer discurso de su marido como presidente en el Congreso, pero sus invitados tuvieron que conformarse con una recepción virtual a la que, por supuesto, invitó a un soñador. Javier Quiroz llegó con sus padres de su México natal a los 3 años. Si la Casa Blanca le eligió para representar a cerca de un millón de jóvenes como él es porque se ha pasado el último año en un hospital de Houston cuidando de pacientes con covid. El presidente quiere demostrar a los estadounidenses que los inmigrantes a los que pretende integrar no son una carga para la economía, sino un valor añadido.
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Para lograrlo es importante subir a todos al tren de la nueva economía que promete extender la bonanza. Además del Plan de Rescate Americano aprobado el mes pasado por 1.900 millones de dólares y el de 1.8 billones dólares propuesto para inversión en infraestructura, anoche anuncio un mayúsculo Plan para las Familias Americanas, que pondrá sobre la mesa 1.800 millones de dólares adicionales para invertir en educación, cuidado infantil, deuda estudiantil, nutrición y hasta bajas por enfermedad.
Se trata de una «inversión para el futuro de toda una generación», prometió. Biden quiere convencer a los estadounidenses de que con ello invierten en el futuro de sus hijos, algo que «pagará enormes dividendos» y, según él, no aumentará la deuda porque quiere compensarlo con un aumento de impuestos a los más acaudalados. Es ahí donde topará con el grueso del Partido Republicano, que necesita para aprobar cualquier legislación en el Congreso que requiera mayoría absoluta.
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