La temporada de Guillermo Fidalgo, en suspense por el coronavirus

Todo el calendario anulado hasta mayo. Con esta situación, el palista internacional leonés Guillermo Fidalgo está a la espera de ver qué sucede con su temporada que aún no ha comenzado a nivel competitivo a causa del coronavirus.

El leonés iba a iniciar su periplo en 2020 en los Campeonatos de Invierno de Sevilla, el pasado 15 de marzo, en una de las primeras competiciones en suelo español en suspenderse por esta crisis sanitaria.

Después de ella han llegado distintas Copas de España y del Mundo donde Fidalgo planeaba participar, además del Mundial de Descenso en Aguas Bravas de Estados Unidos a finales de abril, que también ha quedado cancelado, dejando sin objetivos a corto plazo a Fidalgo.

«Hay que esperar a ver qué sucede con el resto de competiciones. En agosto hay objetivos ambiciosos como el Descenso del Sella o el Campeonato de España, pero ya se ha empezado a hablar del cambio de fechas del Sella», lamenta Fidalgo.

Con esa incertidumbre de saber si habrá competiciones en este año 2020 para el leonés, el palista sigue entrenando con las restricciones del confinamiento. Cuenta con un gran aliado, un ergómetro, una especie de simulador para piragüistas que está siendo su gran arma para entrenar.

«No es lo mismo, porque no tienes la irregularidad del kayak y se cargan más músculos de los hombros y los lumbares, pero es una herramienta muy útil. Hago series largas pero sin mucha intensidad, porque si le metes velocidad se desestabiliza mucho», asegura Fidalgo.

Este entrenamiento, que realiza a diario, lo completa con gomas y entrenamientos de fuerza, aunque afirma que es inevitable perder forma porque «no es lo mismo que palear en el agua». Aun así, espera que, una vez que finalice la cuarentena, pueda lograr un estado de forma adecuado para competir «en torno a un mes» pero sin llegar al punto que podía tener preparando el Campeonato del Mundo: «Sin saber cuándo vas a volver a competir, la motivación cae».