Un derbi que se vive en la calle

No es un partido más y no solo se juega en el verde, aunque lo que suceda en El Toralín es lo que dará los vitales puntos que están en juego.

Aficionados de ambos equipos, desde primera hora de la mañana, han llenado de color, cánticos y muchos nervios la ciudad de Ponferrada.

Los locales en la plaza Manuel de Falla, los visitantes en la plaza del Encina, vivieron esas horas previas al derbi con pasión, nervios y despliegue de todo tipo de cánticos y tifos.

Las horas pasaban, la cerveza corría y las sensaciones sobre cómo iba a darse el partido oscilaban del optimismo más alto hasta el peor de los pesimismos. Cosas del fútbol.

A falta de hora y medio para el inicio del partido, la comitiva inició su camino a El Toralín, confiados en que puede ser un día inolvidable.

Media hora más tarde lo hacían los blanquiazules, con fe de que este matchball, de que esta oportunidad para seguir vivos en la lucha por el ascenso directo, iba a salir cara.

Ambiente de gala en las calles para un partido único, irrepetible, que ha paralizado a toda la provincia.

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