La pizarra de Ramón: punto final
El exentrenador de la Cultural analiza la victoria del equipo leonés ante el Talavera con el que aseguró su permanencia en Primera RFEF
Ramón González
León
Domingo, 28 de mayo 2023, 12:49
El sábado en el Reino de León, nuestra Cultu certificó su continuidad en la categoría de bronce del fútbol español.
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Ante un escenario de incertidumbre, con tantas posibles combinaciones, entenderá que la preparación de estos partidos se orienta más hacia la convicción y fortaleza mental, por encima de cualquier propuesta táctica o planes cercanos a la complejidad.
Al hilo de lo que le expliqué en el anterior artículo, los leoneses partían con algo de ventaja, que sumada a cómo se iban produciendo los marcadores, corroboró y fundamentó la idea de no cometer errores y esperar el momento.
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La Cultural es de Primera
Ya hemos hablado mucho de los objetivos que se buscan en estas fechas, pero es que ayer, se agudizaba, porque ya no había un partido siguiente, un mañana.
La Cultural repitió once titular por tercera jornada seguida, y presentó misma estrategia. Fuertes defensivamente, aprovechar salida a la contra, y matar al rival si comete errores.
Un Talavera «atrevido»
Durante todo el encuentro el Talavera fue atrevido tratando de dominar con balón desde salida con portero, sumando pases, para intentar llevar a extremos y ser verticales. Los locales alternaban presionar esa salida con un repliegue medio muy estrecho y corto.
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La situación del extremo contrario facilitó en muchas ocasiones, más al principio, la salida de los castellano-manchegos. En una posesión en banda derecha entre lateral, central y medio centro, Percan, como extremo contrario, prioriza cerrar la espalda de Jesús o Tarsi, para evitar el pase interior diagonal. Si el rival sale de esa circulación, encontrará a central izquierdo (Neyder) o lateral izquierdo (Dani Ramos), con posibilidad de conducir. En estos casos los dueños del Reino volvían y se situaban en ese bloque medio ya mencionado, impidiendo ocasiones claras.
Mismos patrones, poca distancia entre líneas y entre hombres de misma línea.
Ayudas continuas, y mucho rigor defensivo en el uno contra uno.
Según pasaron los minutos, el Talavera tuvo pequeños errores y menor precisión en salida, y apareció un arma de la primera mitad de la liga que dio bastantes alegrías a los blancos, la presión en campo rival. Recuperaciones altas que hicieron posible estar casi siempre en campo rival, generando ocasiones, pero sin recompensa.
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De nuevo verticalidad por la derecha, menos por la izquierda, y llegada de segunda línea por dentro.
Más cerca el 1-0 que el 0-1
Con estos parámetros estaba más cerca el 1-0 que el 0-1.
El tanto que abrió el marcador resume también el estado de ambos equipos. Lo que puede ser una ventaja en esos momentos, el no jugarte nada, y que te libere,
también tiene el punto en contra de estar menos activo. Y al revés. De ahí la celeridad en poner el balón en juego en determinadas acciones, como la que hizo que el desmarque de Tarsi aprovechara el desajuste por no haber recuperado posiciones de los talaveranos tras cometer una falta. Y aunque con algo de suerte, Obolski ponía justicia en el marcador.
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Todo lo que sucedía en la competición ayudaba a no temer otro desenlace, y generó mucha imprecisión en el rival que visitaba León, perdiendo más balones que en la primera parte y convirtiéndose en un equipo más largo. Se le sumaba unas secuencias de pase mayores por parte de los locales, que derivaron en el 2-0, de nuevo con Tarsi como asistente, que finiquitaba el partido.
Pero hubo un poco de emoción con el 1-2 por el resultado, no por la peligrosidad de caer de categoría. Ya solo era dejarse llevar y que no sucediera nada.
Balance
Desde arriba, no se si estará de acuerdo, podemos dividir en dos la temporada en cuanto a resultados. La primera vuelta que, tras un inicio de ajustes, fue consolidando una idea y dando resultados, asentado todo ello en una fortaleza como local.
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El equipo, en manos de Docampo por esas fechas, usó el 4-4-2 y el 4-3-3 sin mucha variedad ofensiva o defensiva. En ataque se intentó conquistar en inicio los lados de medio centro, heredado de su paso por Calahorra, para finalizar por fuera. Acabando con búsqueda de mayor profundidad por pasillo exterior, donde emergieron las figuras de Percan y Alarcón como puntales ofensivos.
Con todo ello, el final de la primera ronda, tras el partido frente al Mérida, se posicionaba a un punto del playoff.
Ahora en junio casi, tras ver todo lo sucedido en la segunda vuelta, podemos analizar lo sucedido en enero.
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Siempre se ha hablado, y usted habrá oído, que, en esas fechas, en el barro, se deciden las ligas, o mejor dicho, se atisba donde van a acabar los equipos, aunque hay muchos equipo que llevan al traste esta leyenda. Pero si que hay mucho en juego en verano en la confección de la plantilla, y en enero, plazo donde se abre el mercado y se pueden realizar ajustes, de cara al resto de competición.
La Cultural pasó de tener 24 jugadores en plantilla, a 22 más dos chavales jóvenes que ayudaban a inscribir a Kawaya. Salidas de Rodri, Bobó al Júpiter e Íñigo Muñoz, por las llegadas de los anteriores. En esas semanas de ajuste de la plantilla, aparecieron varias lesiones, y alguna que otra sanción.
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Todo ello parece que afectó en determinados partidos con resultado negativo, y más en otros donde el marcador no reflejaba lo ejecutado en el campo. Todo ello pareció ser una mochila que se iba cargando de piedras, de manera que se afrontaba cada encuentro con la idea de no solo vencer al rival, si no también a lo cosechado en las jornadas anteriores, y viendo cómo aumentaba la distancia con los primeros puestos.
Y observaría cómo afectó a la confianza del jugador.
Buen resultado ante los favoritos
Porque las ideas de juego no variaron. El plan seguía la línea marcada desde el inicio, pero la mochila cada vez pesaba más. Dos zarpazos ante dos de los favoritos ayudaron a no sufrir más de lo necesario, pero perfectamente esas dos victorias se podrían haber conseguido en algún que otro encuentro donde la Cultu lo mereció.
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Y hasta aquí nuestro viaje conjunto. Espero haberle aportado algo, y quería decirle que su interés me ha ayudado a exigirme cada fin de semana un poco más, a intentar profundizar al máximo en el escenario táctico y exponerlo acertadamente.
Desde este prisma insisto en una idea que ya defendí la temporada pasada, y es que la primera federación no es la segunda B que conocíamos y a la que muchos aluden. La primera federación es una competición superior, con grandísimos cuerpos técnicos y mucho mayor nivel de los jugadores.
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