Cadenas devuelve la ilusión al ademarismo

El ademarismo necesitaba un estímulo para reaccionar, para despertar del letargo y en el mes de mayo lo recibió. Manolo Cadenas regresaba a casa, regresaba al Abanca Ademar en su tercera etapa en León.

Las expectativas se dispararon con su llegada, mientras el de Valdevimbre evitaba alzar las campanas al vuelo. Durante todo el verano, su mensaje fue de tener los pies en el suelo, de no elevar las expectativas.

Y, quizá, el primer partido de Liga Asobal sirvió para afianzar dicho mensaje con la derrota ante Bidasoa Irún (27-33) en el Palacio. Pero, desde ese momento, el Abanca Ademar fue imparable y solo el Barça - en dos ocasiones - y el Balatonfüredi en Hungría pudieron detener a los maristas.

Todo ello ha desembocado en un récord en la primera vuelta, donde el conjunto leonés ha ganado por primera vez en su historia todos los partidos a domicilio, además de haberse clasificado para la Copa Asobal, acabar en segunda posición la primera vuelta con 26 puntos de 30 posibles y estar en la fase de grupos de la Copa EHF.

Uno de los grandes 'éxitos' de Manolo Cadenas ha sido el 'destape' de Jaime Fernández como central. Utilizado por necesidad ya en el duelo ante el Atlético Valladolid, con victoria leonesa, y afianzada en la siempre complicada dura visita a Granollers.

Una vez recuperados jugadores como Mosic y Vieyra, y con la llegada de Martínez Camí, Jaime Fernández regresó, en parte, al extremo, ya que Cadenas tiene en el canterano un recurso más para la primera línea, para dar viveza y electricidad al ataque y para descolocar a las defensas rivales.

Otro de los grandes progresos vividos con Cadenas es la explosión de David Fernández. Su convocatoria con la selección española para el Europeo es la prueba fehaciente del enorme crecimiento y regularidad que ha logrado el vallisoletano.

No solo goles, también el liderazgo y la forma de 'tirar del carro' en momentos difíciles han caracterizado a Fernández, que ha aprendido también a 'saber encajar' la dureza de la defensa rival, en ocasiones incluso desmedida, como en Cuenca, pero que no amilana al lateral izquierdo.

Cadenas también ha logrado recuperar la máxima expresión del 'estilo Ademar', ese 'defensa y correr' que siempre ha caracterizado al cuadro marista y que, con Carou y Juanjo Fernández en defensa como 'mariscales', y con los extremos como punta de lanza de un contraataque letal, ha devuelto la alegría a la grada del Palacio.

Otros buenos «productos», como la progresión meteórica de Tin Lucin en estos meses o la efectividad de Rubén Marchán a nivel goleador, además de la continuidad en el máximo nivel de Mario López, la regularidad de Slavic, el nivel defensivo de Juanjo Fernández y Carou o las sensaciones positivas de Carrillo forman parte de la vuelta a la ilusión dirigida por Manolo Cadenas.