El palacio leonés que abre sus puertas en verano
En el corazón de Valencia de Don Juan, una casa del siglo XVI se convierte cada año en punto de encuentro para quienes buscan historia, gastronomía y descanso
Hay lugares que se visitan y otros que se viven. En Valencia de Don Juan, El Palacio es uno de esos rincones donde la historia se sienta a la mesa. En pleno centro del municipio, esta antigua casa-palacio del siglo XVI, declarada de interés turístico local, no solo ha resistido el paso del tiempo, sino que se ha transformado en un referente de la gastronomía y la hospitalidad de temporada.
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Por sus muros pasó el rey Felipe III en 1602. Hoy, más de cinco siglos después, sigue acogiendo visitantes… pero con carta, terraza y habitaciones.
«Es un sitio emblemático de turismo, de ocio, de comer bien y de disfrutar», resume Juan García González, su actual propietario. Su historia está también ligada a la del edificio: «Soy hijo de camionero. Empecé a trabajar aquí con 12 añines, en el año 76. En el 98 lo compramos y desde entonces llevamos 27 años al frente del local».
Cocina traficional y alojamiento
El Palacio funciona hoy como hostal y restaurante, con 15 habitaciones y una cocina de raíz tradicional con toques asturianos.
«Podemos dar hasta 150 cenas al día»
Juan García González
Dueño del establecimiento
Su propuesta ha sido reconocida con dos soletes de la Guía Repsol, y durante el verano sus terrazas se llenan de comensales: «Los fines de semana hacemos dos turnos. Podemos dar hasta 150 cenas al día, todo a la carta. Nos organizamos bien porque lo importante es sacar las cosas muy bien», explica Juan.
Al frente de los fogones está su hijo, acompañado de un equipo que refuerza ese carácter familiar sin renunciar a la profesionalidad.
Pero no es solo un restaurante habitual: es un negocio de temporada. «Nosotros abrimos en ferias del pueblo, Semana Santa, algunos fines de semana de primavera… y desde el 1 de junio hasta el 30 de septiembre, todos los días. Unos 150 días al año», detalla.
«Aquí en invierno hace frío. Esto es una terraza al aire libre. Pero en verano… no damos abasto»
Dueño del establecimiento
El resto del tiempo, El Palacio hiberna, esperando que vuelva el buen tiempo. «Aquí en invierno hace frío. Esto es una terraza al aire libre. Pero en verano… no damos abasto».
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Un ambiente cercano y familiar
El ambiente es cercano y lleno de fidelidad. «Tengo clientela de hace muchos años. Me doy abrazos con todos». «Es un sitio muy familiar, pero muy profesional. Esa es la clave: que el cliente coma bien, se sienta a gusto y quiera volver», afirma.
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