Más del 20% de los pueblos de León en alto riesgo por el gas radón

En León, 84 pueblos figuran en el listado de municipios donde «será obligatorio medir y controlar la exposición al gas radón en los centros de trabajo», según informan desde el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN). El objetivo es reducir la concentración de este tipo de gas y, en la medida de lo posible, proteger la salud de las personas que están expuestas a él y puedan sufrir consecuencias a largo plazo.

Aparecen los 84 municipios dentro de la Zona I del mapa y, de estos, 23 pueblos han sido clasificados como Zona II, donde la medición del gas radón en los centros de trabajo es obligatoria, ya que su presencia resulta perjudicial para la salud. Una situación alarmante, y también preocupante, para las localidades de Astorga, Balboa, Barjas, Benuza, Candín, Carucedo, Congosto, Corullón, Encinedo, Igüeña, Los Barrios de la Luna, Murias de Paredes, Oencia Palacios del Sil, Páramo del Sil, Peranzanes, Ponferrada, Quintana del Castillo, Santa María de Ordás, Sobrado, Truchas, Vega de Valcarce y Villagatón, donde este gas aparece con altos niveles de concentración al aire libre. Esto se debe a que tiende a acumularse en las zonas más permeables de los edificios, especialmente en las plantas bajas o de bajo rasante.

En Castilla y León, 521 municipios han sido clasificados como Zona I y deberán medir y controlar los niveles del gas radón en los centros de trabajo y sus empleados. Además, el 23% de estos pueblos se encuentra en la Zona II, por lo que la actuación en ellos es prioritaria. Los municipios de Burgos, Palencia, Soria y Valladolid se encuentran en la Zona I. En el caso de Ávila, León, Salamanca, Segovia y Zamora, presentan más del 30% de sus pueblos en la Zona II, con altos niveles de gas radón. Si la situación se ciñe a la Región Leonesa, Salamanca y Zamora registran la presencia de este gas radiactivo en más del 60% de sus localidades.

Se trata de un gas radioactivo, de origen natural, incoloro, inodoro e incoloro, que suele generarse con la desintegración del uranio existente en el suelo y las rocas. Se propaga a través del aire. ¿Es peligroso? En realidad, el mayor daño que puede causar no es su procedencia, sino su exposición a él, ya que representa un riesgo para la salud allí donde se acumula. Así, uno de los causantes del cáncer de pulmón es el gas radón, solo por detrás del tabaco, según informa la Organización Mundial de la Salud. En España, se estima que unas 1.500 personas han fallecido a causa de este gas radiactivo.

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