Paula Conde, alcaldesa de Sahagún: «Las personas nos necesitamos, la solidaridad es clave»

Si algo ha evidenciado la pandemia generada por el coronavirus es la importancia de las administraciones a la hora de abrir un cortafuegos frente a efectos tan devastadores.

De las ayudas sociales al impulso ordinario pasando por la obligada necesidad de alimentar la 'chispa' que anime a la reactivación económica, casi todo pasa ahora por los entes públicos.

El escenario provincial, pero esencialmente el local, resulta determinante a la hora de valorar y enfrentarse a la situación más grave jamás planteada a una sociedad.

La alcaldesa de Sahagún, Paula Conde Huerta, es uno de los ejemplos a la hora de ocupar la primera línea en la defensa social.

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¿En qué situación se encontraba el Ayuntamiento de Sahagún cuando ha llegado la crisis del COVID-19?

En el momento en el que llegó la Crisis del COVID-19, desde el Ayuntamiento estábamos trabajando en los grandes proyectos que tenemos para los próximos meses, Año Jacobeo, Edades del Hombre 2021, Grandes proyectos a nivel cultural como el parque arqueológico del Monasterio de San Benito, y el programa de estimulo del Polígono Industrial sobre el cual ya habíamos comenzado a trabajar.

También estábamos preparando un programa de actividades socio-culturales para la primavera y verano que evidentemente tendrá que adaptarse a la situación en la que nos encontremos tras el levantamiento del estado de alarma. Todo ello sin olvidar el trabajo del día a día con los ciudadanos que un Ayuntamiento como el de Sahagún conlleva.

¿En qué medida les ha afectado y qué medidas les ha obligado a tomar?

Evidentemente, la crisis del COVID-19 nos ha afectado transversalmente, ya que todos los proyectos y nuestro trabajo diario ha de adaptarse a la situación actual.

Desde el Ayuntamiento, incluso antes de la declaración de estado de alarma por parte del Gobierno, decidimos la suspensión de actividades no esenciales que pudieran suponer un riesgo de contagio, así como el cierre de determinadas instalaciones municipales, por tanto nos adelantamos dentro de nuestras posibilidades, a las crisis sanitaria que se avecinaba, lo cual creo que ha sido clave para que en Sahagún el número de contagios haya sido tan bajo.

La crisis del coronavirus, además nos ha obligado a paralizar todos los proyectos que teníamos previstos y a adaptar otros, dando prioridad al tema de prevención sanitaria y desinfección, además de la atención personal al ciudadano tan importante e imprescindible. Medidas de desinfección con carácter diario que se están llevando a cabo desde el minuto uno por todas las calles de la villa, poniendo especial énfasis en el Centro médico y las dos residencias, así como la zona comercial de Sahagún.

Paralelamente hemos impulsado la creación de un grupo de coordinación de un grupo de voluntariado a nivel comarcal para asistencia al ciudadano y otro de confección de mascarillas.

¿Qué estrategia está definiendo para afrontar la nueva etapa que ahora se avecina?

La estrategia que desde el Ayuntamiento hemos definido se apoya en tres pilares fundamentales. El primero basado en las tareas de desinfección y prevención. Lo cual implica que tenemos que llevar a cabo labores de limpieza, higiene y desinfección en toda la localidad. Mediante desinfecciones diarias, adecuación de las instalaciones municipales a la necesidad de minimizar el riesgo de contagio y a la nueva normativa sanitaria.

El segundo pilar ha venido marcado por las tareas de índole social. Lo que supone el contacto permanente con las personas que tienen necesidades especiales o dificultades para poder prestar ayuda a los colectivos más vulnerables. Personas que precisan medicinas y tiene problemas de movilidad, entre otros aspectos.

Y la tercera de las tareas han estado destinadas al impulso económico. Somos conscientes de que el escenario post-coronavirus no es nada esperanzador, lo que nos obliga a comprometernos con el comercio local, para estimular el consumo en nuestros pequeños establecimientos, conscientes de que solo garantizando la supervivencia y viabilidad del pequeño comercio, podemos garantizar el mantenimiento del empleo y la fijación de población en el mundo rural. Lo cual además implica el impulso de proyectos de reactivación turística adaptados a la nueva situación.

¿La vertiente social se ha convertido en un elemento clave en la gestión municipal? ¿Cómo se medirá a futuro?

La vertiente social, junto con la sanitaria y de prevención, es ineludible, no podemos permitir que la crisis tanto sanitaria como económica deje a nadie atrás. Para conseguirlo, desde el Ayuntamiento, estamos diseñando un programa de choque que incluye medidas sociales coordinadas con las ayudas que a nivel estatal, autonómico o provincial puedan llegar.

¿Cómo debe evolucionar la gestión municipal a futuro ante situaciones de crisis?

Sin duda este tipo de crisis, ayudan a tomar concienciación de la necesidad de prevención, todas las administraciones, incluida la municipal tienen que estar alerta, y tomar medidas sobre todo con carácter preventivo, creo que la prevención es la clave ante estas situaciones, y a nivel municipal creo que lo hemos sido, estando a pie de calle preocupándonos de nuestros vecinos.

¿Qué papel cree que deben jugar ahora las instituciones y los principales factores económicos para la recuperación económica y social?

Ahora más que nunca es cuando las instituciones tienen que dar el do de pecho, en situaciones como estas es cuando Estado, comunidades autónomas, provincia y ayuntamientos debemos estar permanentemente informados, coordinados y aunar fuerzas y recursos para proteger y atender al ciudadano, misión que todos tenemos a diferentes niveles. Los ayuntamientos solos no tenemos suficientes recursos para cubrir las consecuencias socioeconómicas de esta crisis.

¿Qué necesidades se han generado durante esta crisis y cómo se afrontarán a futuro?

Evidentemente las tareas de limpieza y desinfección han sido necesarias y prioritarias, unas tareas de desinfección que a raíz del coronavirus han tenido que intensificarse y que han venido para quedarse.

A futuro tenemos que hacer por duplicar nuestros esfuerzos para solventar los problemas creados tras la crisis y recuperar los proyectos ilusionantes en los que veníamos trabajando tanto en la vertiente socioeconómica, como cultural y de promoción turística.

¿Qué enseñanzas deja la crisis en gestión municipal?

Si algo hemos aprendido, es lo necesaria que es la atención al ciudadano. La solidaridad ha jugado un papel fundamental en esta crisis. Las personas nos necesitamos unas a otras. Los alcaldes y concejales jugamos un papel fundamental en esta atención al ciudadano y no sólo en situaciones como esta, sino en el día a día. Juntos es todo más fácil. Escuchar cada caso, brindar a los demás ayuda con los recursos que disponemos y sino es así, buscarlos. Hay que valorar lo que tenemos y luchar siempre por una mayor calidad de vida para todos y por un resurgir de nuestros pueblos.

¿Los retos de futuro?

Los principales retos realmente se verán cuando se levante el estado de alarma y realmente veamos la situación con la que nos encontramos. Antes del coronavirus ya teníamos problemas propios de la situación que tenemos en los pueblos, en ocasiones olvidados y tenemos que evitar que era esta crisis exista una brecha insalvable en el mundo rural. Buscaremos nuevas oportunidades y demostraremos que los pueblos estamos vivos.

¿Un lema frente a la crisis?

En nuestro caso, el lema que está siendo durante toda la crisis es 'Sahagún solidario'.