Vegazana despide con silencio, dolor y aplausos a la universitaria fallecida Arancha Barrientos
Su facultad de Educación vive un emotivo minuto de silencio para recordar y honrar la memoria de la joven poeta
Con mucho dolor y tristeza pero recordando por encima de todo su sonrisa, compañeros, profesores y personal de la Universidad de León despedían este miércoles 8 de octubre a la universitaria Arancha Barrientos que fallecía esta semana.
Publicidad
Estudiante en la Facultad de Educación, ha sido este edificio el epicentro de un minuto de silencio en el que quienes la conocieron recordaban unidos a la joven poeta. Juntos acompañaban en el sentimiento a su madre, que asistía al emotivo acto.
Noticia relacionada
Luto en la ULE por la muerte de la universitaria Arancha Barrientos
Su universidad la recordará siempre como una joven de «personalidad alegre, pero de alma triste, como ella misma se definía». Porque Arancha «tenía una gran sensibilidad y una mirada única para trasformar la vida en versos y para convertir la fragilidad en belleza y el dolor en arte».
«De personalidad alegre, pero de alma triste», como ella misma se definía, ha recordado la decana de la Facultad, Lourdes Gutiérrez. Arancha Barrientos era «escritora desde niña y por necesidad, por necesidad de expresar sus sentimientos, sus emociones, sus vivencias y siempre como vía de escape» como en uno de sus libros que «es una rebelión para visibilizar la importancia de la salud mental» o en otro en el que «habla del salto al vacío que supone levantarse cada mañana en un mundo hostil, en un mundo que no se para a regocijarse en lo sublime de las pequeñas cosas», dijo emocionada la decana de Educación, Lourdes Gutiérrez.
La Universidad de León ha querido así trasladar todo su «cariño, apoyo y respeto» a la familia y amigos de Arancha y recordar que hoy «su sonrisa, esa que iluminaba aulas y versos, permanecerá siempre en nuestro recuerdo, convertida en luz, en palabra y en memoria».
Publicidad
A Arancha la han recordado dos de sus compañeras leyendo uno de sus poemas, 'Desidia':
«Yo en piloto automático, pero los demás llevan la marcha que quieran.
A mí ya no se me cala, el sentir hasta los huesos,
ni echo el freno de mano, aunque el resto pare.
Desilusión camina a inercia,
rabia hacia tristeza,
del color al luto y del dolor al pasotismo.
Por suerte, no quedará ni la sombra de lo que desgraciadamente siempre fui».
Disfruta de acceso ilimitado y ventajas exclusivas
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión