VÍDEO | Media hora implorando al cielo y un «salimos» de alivio
El cielo se abrió y con ello lo hizo Santa Nonia. La verja que permaneció cerrada durante mucho tiempo rompió su cautiverio con un «¡Qué sea enhorabuena, hermanos!» del hermano abad que llevó consigo los aplausos de los hermanitos.
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