«El tema del Encuentro está zanjado; la ciudad quedó encantada este año»

De la mano de sus padres esperaba los sonidos de la Ronda. Esquila, tambor y corneta. La calle Cardenal Landazuri sonaba a Semana Santa y los sentidos acabaron por agitar el corazón nazareno que dormía en su interior.

Sergio González de Cabo será este domingo nuevo abad de la Cofradía del Dulce Nombre de Jesús Nazareno. Medio siglo de vida para sostener más de cuatro siglos y convertirse en el representante de los casi 4.500 hermanitos de Jesús. De aquellas mañanas de Viernes Santo a orillas de la Catedral de León pasará a tener frente a sí el rostro afligido del Nazareno y cargar con su historia.

Este leonés, abogado en ejercicio, escalará a la cúspide de la centenaria penitencial a la que llegó con 16 años. No es «papón de cuna», pero recuerda ya lejanas sus primeras 'tiradinas' como bracero suplente. Fue bajo las andas del Expolio, donde estuvo dos años, hasta que dio el salto a la Crucifixión. Y tiene grabada aquella llamada de Alfonso Escapa para acceder a la junta de seises en 2015. A partir de ahí, su corazón nazareno se vinculó a la Flagelación. «Es el que más ha calado en mí. Los braceros, las banderas, los suplentes... todos me acogieron muy bien y es un paso que llevo en mi corazón».

La experiencia en su profesión le ayudará ahora en la procesión. La cofradía requiere «compromiso, esfuerzo y, sobre todo, humildad». Para ello apuesta por una abadía «cercana a todos los hermanos», a quienes queda a su disposición.

Sergio compromete trabajo y mantener la línea de sus antecesores. Todo ello en base a tres pilares: patrimonio, bolsa social y jóvenes. A éstos últimos se dirige para reclamar «implicación y sentir más allá del Viernes y el Lunes Santo». En cuanto al patrimonio apuesta por la restauración y mantenimiento de tronos y tallas, una labor que se hace «todos los años» y mejorar o implementar «si va surgiendo».

El nuevo abad deja cerrada la polémica con el formato del Encuentro. Tras recuperar este 2023 la presencia de los 13 pasos en la Plaza Mayor, González de Cabo entiende que es un tema «zanjado» porque los hermanos y la ciudad «quedaron encantados» este año. «Es la línea a seguir y hay que olvidar cuestiones pasadas», explica tras un 2022 donde solo participaron la Madre Dolorosa y San Juan en un deslucido acto.

El domingo entrará en Santa Nonia como Sergio; mirará a su antiguo cristo y se sentirá arropado por el Flagelado. Entrará como Sergio y saldrá como abad con esta petición al Nazareno: «Que guíe mis pasos, las decisiones que se puedan tomar y que sea una abadía muy buena».

Será un año para no olvidar, para vivir y exprimir en cada momento. El punto álgido para él será el cierre de la procesión, con la entrada de la Madre Dolorosa, cuando compruebe que el Viernes Santo se ha desarrollado sin problemas y el desfile concluye con éxito.

Por delante tiene la experiencia de su vida, en la que se sentará en el estrado para ser, esta vez, abogado de la historia de la Semana Santa de León.

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