La Antigua actúa en una decena de caminos rurales tras cuarenta años sin cuidados

Los caminos rurales de La Antigua pedían a gritos una mejora y este año, después de cerca de cuatro décadas sin cuidados, contarán con por fin con la atención.

El municipio leonés del Páramo afronta las mejoras de cerca de una decena de caminos gracias a los planes provinciales, que aportarán un total de 120.000 euros para que estas tradicionales vías estén en el estado que merecen.

Pero esta no es la única mejora que afrontará un Ayuntamiento que busca y explora todas las vías de financiación a su alcance. Existe un sondeo pendiente de agua a realizar, que a buen seguro se afrontará con la próxima aportación de los planes provinciales.

La realidad de La Antigua la explica bien su alcalde, Carlos Zotes Fierro. «Es un ayuntamiento pequeño en el que se tratan de buscar soluciones y en el que, en poco más de treinta años ha caído la población de forma notable». Y es que los cerca de 400 habitantes con los que ahora cuenta La Antigua lejos están de los setecientos que recuerda el regidor.

Sea como fuere y a pesar de las dificultades, La Antigua cuenta en su territorio con La Balinesa, una industria alimentaria de referencia volcada especialmente con el empleo femenino, aunque no es oro todo lo que reluce. «Los trabajadores vienen principalmente de Valencia, La Bañeza y Benavente, por lo que es realmente difícil fijar población empleada en esta industria», concede el alcalde. Preguntado si el éxito de la fábrica puede atraer a más empresas a la zona, Carlos Zotes no niega que «sería tremendo y daría un buen impulso al municipio».

La agricultura y algo de industria vitivinícola completan la economía de La Antigua, en las que la mecanización ha contribuido tanto al bienestar humano como a prescindir de mano de obra. De hecho, el ayuntamiento cuenta con siete hectáreas de terrenos que, al ser de secano, «no dan excesivos beneficios».

Eso sí, con cada verano, la población «se multiplica», lo que hace tener un esfuerzo extra para poder garantizar los servicios a todos los habitantes.

La Antigua mira al futuro con un escenario de despoblación en el que no queda otra que reinventarse.