Los yihadistas detenidos en Madrid trataron de hacerse con fusiles de asalto, armas cortas y granadas
Pedraz les envía a la cárcel tras constatar que llegaron a ofrecer 6.000 euros para intentarse hacerse con un arsenal
Melchor Sáiz-Pardo
Viernes, 30 de diciembre 2016, 15:29
Los yihadistas detenidos en Madrid el pasado miércoles, que guardaban cinco cargadores de kalashnikov, intentaron hacerse en el mercado negro con AK-47, armas cortas y granadas, según ha desvelado el juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz, en el auto con el que este viernes les ha enviado a prisión acusados de enaltecimiento del terrorismo y depósito de "municiones y armas de guerra".
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La Cabaña de Valdebernardo
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Este solar, de unos 100 metros cuadrados cercado por un muro de ladrillos, está situado en un parque en el barrio de Valdebernardo, dentro del distrito de Vicálvaro y entre la avenida de la Democracia y la calle Cordel de Pavones. Al lado se encuentran unas pistas deportivas, además del Centro de Transfusión de la Comunidad de Madrid, un centro comercial o varios colegios e institutos.
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Esta parcela ya fue inspeccionada por agentes de la lucha antiterrorista, que contaron con la ayuda de perros policías y de una excavadora municipal que limpió un solar repleto de basuras y desechos. Ahí vivía un indigente, conocido por los vecinos como Alí, que abandonó el lugar custodiado por la Policía.
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La Cabaña de Valdebernardo se encuentra a menos de un kilómetro de la vivienda, conocida como Corralas de Moratalaz donde se centralizó durante horas uno de los cuatro registros llevados a cabo en domicilios por la Policía Nacional.
El magistrado, que apunta a que no consta que consiguieran su propósito, no aclara si los dos arrestados pretendían llevar un atentado en España similar a los perpetrados en París, donde los yihadistas usaron kalashnikov.
El juez Pedraz destaca en el auto de prisión que los dos detenidos Edrissa Ceesay Sanuwo y Samir Sennouni Mouh "han seguido una progresiva radicalización de corte yihadista tras conseguir de una persona un fusil AK-47, conocido como Kalasnikov".
El magistrado apunta que "realizaron diversos vídeos portando el mismo así como un machete militar, con atributos del Daesh, entre ellos la bandera, e insertando cantos islámicos y frases de corte yihadista". Añade que lo publicaron en Instagram primero como difusión pública y luego "entre amigos". Después en Facebook y Youtube.
Asimismo, el instructor señala que el maroquí y el gambiano pretendían comprar en el mercado negro fusiles AK-47, armas cortas y granadas de mano, para lo que llegaron a tener una reunión con un tercero al que ofrecieron por los primeros hasta 6.000 euros, sin que conste que los adquirieran. En las entradas y registros ha sido incautada una tarjeta SD con los vídeos, material informático, cinco cargadores vacíos de arma larga, 37 cartuchos de calibre 7.62 mm., y una funda de arma larga.
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