La víctima de agresión sexual: «Estaba agresivo. Me dijo vamos a follar sí o sí. Yo tenía miedo»

La mujer que ha denunciado una agresión sexual en León declara entre lágrimas y relata las «dos violaciones» que sufrió por parte del acusado. Un juicio que se ha celebrado en la Audiencia Provincial de León más de dos meses después del señalamiento inicial debido a que el pasado 3 de octubre el acusado, actualmente en prisión en Valladolid por otros asuntos, no se presentó.

Tras la declaración del varón, en la que niega todos los hechos, la víctima ha relatado cómo sucedieron las dos agresiones sexuales, repitiendo entre sollozos las palabras de su agresor en la primera noche: «Me dijo que si o si íbamos a follar esa noche».

El relaro de los hechos se inicia con la llegada de la mujer a León. «Él me dijo que necesitaba a la persona que cuidara a su tía desde ya y que me iba a buscar a la estación», relata la víctima en respuestas a la fiscal.

En el coche supuestamente en dirección a casa de la tía, víctima y acusado hablan un poco de sus vidas y cómo ella llegó a España y que tiene dos hijos en Colombia. «Él me dijo que podía sacarme los papeles porque tenía un hotel», relata la mujer que pensaba que en ese viaje acabaría en el domicilio de la tía para la cual iba a trabajar.

Negando con la cabeza en todo momento el acusado ha escuchado el relato de la víctima que no entendía la prisa por llegar a León para cuidar a una persona y que en ese momento no estuviera. «En ese momento quedé bloqueada, me di cuenta que él era violento… Me manejó», relata la mujer.

Ya en el interior del domicilio la mujer asegura que le dijo en varias ocasiones «yo no estoy aquí para buscar una relación, solo vine por un trabajo». Él se sentaba a su lado y ella se separaba. En un momento, ella sintió una «amenaza» y recuerda que el acusado le dijo «si o si vamos a follar, si o si». En esos momentos la víctima ha reconocido que «estaba agresivo y tuve miedo, le dije que al menos se pusiera un condón».

Un relato que ha contado con dificultad y entre sollozos al tener que recordar el momento en el que él acusado «me abrió con fuerza las piernas y me penetró». Una situación que ha obligado a detener las declaraciones durante unos minutos y tras las que la mujer, muy nerviosa, ha reconocido que «yo hacía todo lo que me decía porque tenía miedo de que golpease».

A media noche, ella volvió al baño y después de eso intentó salir de la casa, pero escuchó a los perros y se asustó. En ese momento él se despertó y le gritó que viniera «para aquí» que estaban esperando «a que llame la cabrona de mi hermana», según ha relatado la víctima.

Una huida que la víctima intentó llevar a cabo en dos ocasiones, pero en ambas fue interrumpida por el acusado que era despertado por los perros.

La víctima sí que reconoce la parada en el bar para desayunar y asegura que «fue idea mía» en lo que más tarde ha reconocido como un intento frustrado de contar todo lo que había pasado. En el lugar, la mujer escribe una nota para la camarera, pero no fue capaz de entregarla.

La siguiente parada fue la del Hospital de León, donde el relato de los hechos entre víctima y acusado ha sido bastante similar. «Yo le dije que podía subir ya a conocer a su tía, pero él me dijo que era racista y mejor en otro momento», relató la mujer.

En este caso, el acusado había declarado momentos antes, que fue le dijo a la víctima que en el Hospital estaba su tía, pero «mentí, porque quería hacer de cuerpo».

«Me llevó a un descampado, no había nadie y él me preguntó si me casaría con él. Yo le decía que si a todo», recuerda la mujer. Estando ambos en el coche, según ha relatado la víctima, el acusado le pidió que le masturbase y ella se negó.

«Salió del coche y me sacó con fuerza», comenzó la víctima el relato de la segunda presunta violación sufrida en el campo. Un momento en el que las lágrimas vuelven a sus ojos y las declaraciones se complican.

La víctima conoció a través de las redes sociales a Pedro, incluso vino a León y conoció a su familia y sus hijos y comenzaron una relación. Pero se tuvo que ir porque no encontraba trabajo.

El sábado ella abandona León y el lunes, a través de un anuncio que había puesto su pareja en Internet, le contacta el acusado a través de Whatsapp. «Tenían trabajo de camarera y para cuidar a una tía, pero yo quería cuidar a una tía que estaba mal», asegura la víctima en su relato.

Ella recuerda en el juicio que «me dijo que eran 1.500 euros, pero que tenía que tenía que ir ya y que era urgente». La víctima asegura que él le pidió una fotografía «y no me pareció raro, me habían pedido más fotografías en otros trabajos de Madrid», pero insiste en que se la tomó en ese mismo momento y delante de su primo «con la ropa que llevaba en ese momento».

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