«La mala gestión de la crisis de la listeria ha fomentado los bulos y la desinformación»

Listeriosis: infección que puede ocurrir cuando una persona ingiere alimentos contaminados con la bacteria listeria. Ya son 200 las personas infectadas en España por esta bacteria que se ha cobrado la vida de tres personas tras consumir carne contaminada de la marca andaluza 'La Mechá'.

La leonesa Beatriz Robles, experta en Tecnología de los Alimentos, ha analizado en leonoticias las causas y las consecuencias de una crisis cuya gestión y circunstancias todavía no se han esclarecido. «Todavía no tenemos claras las circunstancias y será la inspección la que determine dónde está el error, pero todo apunta a que ha habido una consecución de fallos», ha comentado, y ha hecho hincapié en que «es un caso de negligencia de la propia empresa y un caso muy excepcional».

Robles señala que el riesgo de contaminación cruzada en el caso de la listeria «es real y está documentado científicamente», una realidad que la Junta de Andalucía negó a pesar de lo expresado por el Ministerio de Sanidad y que pone de manifiesto «la falta de consenso entre las instituciones y unas versiones contradictorias que llegan al consumidor final y aumenta el clima de desinformación y bulos que generan más alarma en esta crisis».

La experta explica que la listeria es un microorganismo que está presente de forma ubicua en el suelo y el agua, y apunta que, si la legislación se hubiera cumplido, «no tendría por qué haberse dado un caso como el de la carne mechada ya que en la industria alimentaria están clarísimos los procesos que hay que seguir de control y prevención».

Una contaminación alimentaria que, explica, deriva en infección y enfermedad cuando se cumplen cuatro pasos: primero la contaminación del alimento, después la ingesta, en tercer lugar que la bacteria atraviese las barreras de defensa del organismo y por último, que llegue a la célula diana y que esa infección sea tan intensa que produzca una enfermedad.

Respecto a los síntomas, Robles asegura que varían dependiendo del paciente afectado. «En el caso de personas sanas, se produce una gastroenteritis febril con diarrea, vómitos, fiebre y escalofríos. Si el afectado es una persona de riesgo, ya sea embarazadas, niños de corta edad o ancianos, puede presentarse de forma invasiva con síntomas más graves como dolores de cabeza intensos, septicemias, meningitis y en los embarazos, pueden producirse abortos si es en las primeras etapas, partos prematuros o malformaciones en el feto».

Robles recuerda que día a día estamos rodeados de microorganismos y pone el foco en implementar las medidas de manipulación higiénica tanto en las industrias como en las cocinas de particulares para que nos vuelva a repetir una crisis alimentaria como esta.