León, la única provincia sin muertes por calor

Mientras el calor extremo ha dejado decenas de muertes en varias provincias de la comunidad, León se mantiene, por ahora, como un oasis térmico. Esto la convierte en el único territorio de Castilla y León que no ha registrado ni una sola muerte atribuible a las altas temperaturas durante este verano.

Según los datos recogidos en el Sistema de Monitorización de la Mortalidad Diaria (MoMo) entre el 1 de junio y la primera semana de agosto, Palencia ha sido la provincia más castigada, con 24 fallecimientos vinculados al calor, seguida de Zamora (16), Salamanca (15) y Ávila o Burgos, ambas con 10. También se han contabilizado víctimas mortales en Segovia (6), Valladolid (5) y Soria (2). León, en cambio, se mantiene en cero.

Durante el verano de 2024, León registró un notable número de muertes atribuibles al calor: 10 en julio y 24 en agosto, sumando un total de 34 víctimas declaradas en plena temporada estival. Estos datos contrastan fuertemente con este verano, en el que León ha logrado permanecer sin registrar ninguna muerte.

Sin embargo, la otra cara de la moneda revela que el invierno fue más cruel de lo que está siendo el verano en tierras leonesas. Durante los meses de frío (diciembre, enero y febrero), el número de muertes atribuibles a las bajas temperaturas en la provincia, fue de seis. Un dato que, si bien no es alarmante, sí resulta llamativo al compararse con la resistencia mostrada al calor estival.

Este contraste convierte a León en una excepción en la comunidad, y abre el debate sobre cómo los factores climáticos afectan de forma desigual según la época del año y el territorio. Aunque las altas temperaturas del verano han provocado un repunte de muertes en el conjunto del país, León parece haber resistido el embate, al menos hasta la fecha.

Las autoridades sanitarias insisten en que tanto el calor como el frío extremos representan riesgos serios para la salud, especialmente entre personas mayores y con patologías previas. Mientras tanto, León sigue siendo, por ahora, el único rincón de Castilla y León donde el verano no ha dejado víctimas.

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