FlyByschool pide una respuesta rápida para que 40 nuevos alumnos puedan formarse en León creando doce empleos

No hay demasiado tiempo para actuar, pero el resultado puede ser más que satisfactorio a juzgar por la previsión. La carne está en el asador, pero solo hace falta que el que queda aporte la leña.

La escuela de pilotos Flybychool se encuentra una oportunidad más que interesante no sólo de ampliar su negocio, sino también de poder hacerlo en León. El cierre de una escuela de pilotos en Portugal ha dejado sin formación a cerca de 120 alumnos, que buscan en la actualidad donde proseguir sus estudios.

«Hemos hecho un 'webinar' (sesión informativa online) con 55 de estos alumnos y creemos que podríamos acoger a entre treinta o cuarenta», asegura Álex Álvarez, gerente de Flybyschool.

A nadie se le escapa que la situación general es más que complicada a causa de la crisis del coronavirus, por lo que la oportunidad parece ideal para esta empresa que, tras el fin unilateral del contrato para operar en el Aeródromo de los Oteros tiene su base en la actualidad en Burgos, donde llegó tras un rosario de peticiones para quedarse en León sin que estas llegasen a buen puerto.

Para afrontar este nuevo proyecto, Flybyschool necesitará contratar a doce personas, buscando poder hacerlo en el aeropuerto de la Virgen del Camino. «Nuestra base actual en Burgos no tiene capacidad para alojar este incremento de actividad por lo que necesitamos abrir una segunda base para el 1 de julio», confiesa el gerente.

Eso sí, para 'aterrizar' en León necesita compromisos firmes. «Para preparar esta nueva base necesitamos de un mes como mínimo, contando con aviones adicionales, hangares, oficinas y tanques de combustible que adquiriremos próximamente». Álex apunta a la antigua terminal, ahora cerrada, como un lugar ideal para poder desarrollar el proyecto.

Agradeciendo la buena voluntad de los representantes públicos leoneses, el gerente de Flybyschool pide una respuesta rápida. «Necesitamos una confirmación por escrito antes del lunes 18, porque si no tendremos que llevar el proyecto fuera, probablemente a un aeródromo privado de Valladolid», lamenta.

Este extremo traería consigo otras consecuencias. Instalarse en la provincia limítrofe conllevaría descartar el futuro retorno a León, «viéndonos forzados a trasladar todas nuestras operaciones fuera, lo que llevaría a perder seis empleos directos en la ciudad además de la excelente relación con la Universidad de León».

Buscando que la propuesta pueda llegar a buen puerto, la escuela insta a los representantes políticos a mover ficha burocrática para impedir que esta oportunidad vuele a territorios más propicios.