Expedientan a un policía local de León «por no saludar» a un concejal el día del apagón
Los agentes, a través de su representante sindical, ponen el foco en el «descontento» con Jefatura por tener «demasiada mano dura» y no preocuparse «de lo importante»
Todo ocurrió el día del apagón. Aquel 28 de abril, un concejal accedió al edificio del Ayuntamiento de León en Ordoño II. En la garita de entrada se encontraba un agente de la Policía Local de León sin uniforme. El oficial no había podido acceder al garaje de su vivienda, donde custodiaba el traje en su vehículo privado, debido a la falta de luz generalizada y acudió a trabajar sin él. «Había jaleo aquel día y el concejal entró y el compañero no le conoció»; a partir de ahí, se generó el conflicto.
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La representación sindical de los agentes ha denunciado la actitud del edil de Participación Ciudadana, Bomberos y Protección Civil, Álvaro Pola, por dirigir el escenario anteriormente citado al intendente jefe de la Policía Local de León. «Él -el concejal- dice que tiene la obligación de conocerle y de saludarle», explica Diego Rodríguez, quien pone «la mano en el fuego» por su compañero y rechaza cualquier problema personal entre el concejal y el agente. «Este hombre -Álvaro Pola- tiene tendencia a informar al superior del trato de los policías», insiste en su crítica, mientras reitera que «a nadie se le niega un buenos días, y menos un policía experimentado como este».
Debido a estos hechos, la Jefatura, con el intendente Miguel Ángel Llorente Pellitero a la cabeza, abrió expediente disciplinario al agente en cuestión, algo que rechazan desde el sindicato. «Ningún policía quita el saludo, ya solo por educación o profesionalidad» e insisten en la carga de trabajo de aquella jornada hace «más que justificable» no reconocer o saludar a alguien. «No estamos a favor de que se abran expedientes por minudeces como estas».
Leonoticias ha intentado ponerse en contacto con el concejal Álvaro Pola sin recibir respuesta por parte del propio edil. Sí ha habido contestación desde el gabinete de prensa del Ayuntamiento de León en el que explican lo siguiente: «Al respecto de este asunto, expresar que en concreto lo que hay es una propuesta de incoación de información reservada para esclarecer unos hechos que no son los señalados».
Este caso ha servido como ejemplo para evidenciar el «malestar» en el cuerpo con la «mano dura» que se está teniendo desde Jefatura. En la última junta de personal se expusieron los expedientes presentados a trabajadores municipales en el Ayuntamiento de León y de las 17 propuestas, 15 correspondían al cuerpo y solo dos al resto de la administración. «Esto no es un ejército; no nos pueden venir con reglas de Unidad de Intervención Policial de Madrid. El jefe debería preocuparse más de otros problemas de los policías, incluidos los personales, y del funcionamiento del cuerpo».
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El caso del concejal, la punta del iceberg
Otros dos episodios vividos en los últimos meses, y que han acarreado suspensión de empleo y sueldo para los agentes, también se han puesto en relieve desde el sindicato. Uno tuvo que ver con la «falta de control», responsabilidad que achacan a la propia Jefatura, durante las obras de rehabilitación del edificio del CHF: «Se pidió controlar a los obreros y nadie sabía quién entraba o salía. Hubo falta de prendas y material y se abrió un expediente a esa persona». También otra patrulla, que paró en una farmacia a por un medicamento para su hijo de dos años y se lo trasladó al domicilio, fue castigada con un expediente, a pesar de estar entre los agentes más condecorados de la unidad.
«Este tipo de expedientes, que no van a ningún sitio y se archivan, generan mucho malestar en la plantilla», insiste Diego Rodríguez. A ello se suman las denuncias por falta de personal en eventos, un servicio ordinario reducido y la imposibilidad de reducir los días acumulados ante los servicios especiales. «Nos están llevando a una situación límite. Reclamamos un diálogo fluido con Jefatura y el alcalde o vamos a tomar medidas».
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La representación sindical asegura que el enfado «es generalizado» con varias cuestiones y resaltan su incapacidad para ejercer defensa a los compañeros expedientados, algo que llevan tiempo reclamando. «Hay cosas que no son ordeno y mando y hay que negociar». Con todo ello, los problemas empiezan a ser «de cierta gravedad» mientras la «falta de diálogo» crispa el ambiente en la Policía Local de León.
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