Seis alumnos del Colegio Maristas cuentan su experiencia durante la pandemia en el Día Mundial del Niño. S.SANTOS

Ellos también tienen mucho que decir

Día Universal del Niño ·

Iris, Paula, Marcos, Isabel, Diego y Alba, alumnos del Colegio Maristas San José de León de entre 5 y 9 años, cuentan a leonoticias cómo están viviendo la pandemia y explican cómo debemos protegernos del virus

Viernes, 20 de noviembre 2020, 09:13

Se presentan tímidos pero con un brillo especial en los ojos y una sonrisa vergonzosa se intuye debajo de las mascarillas. Siguiendo las indicaciones de su profesora, Iris, Paula, Marcos, Isabel, Diego y Alba se colocan en fila, con la distancia de seguridad reglamentaria, y se lavan las manos con el gel hidroalcohólico. Nos preguntan qué van a hacer: hoy, Día Universal del Niño, la palabra la tienen ellos.

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Alba y Diego, alumnos de cuarto de primaria, son los primeros en contar cómo ha sido su año 2020. Aunque tímidos al principio, con algo más de confianza explican cómo fueron los días de confinamiento. «Al principio pensaba que iba a ser guay, pero no», confiesa Alba, de nueve años, y asegura que «era todo muy aburrido, cada día hacías lo mismo y ya no sabía qué más hacer».

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Galería. Dibujo para celebrar el Día Universal del Niño. A.G

Isabel, de ocho años, vivió una experiencia similar y cuenta que, aunque al principio le parecía muy divertido, con los días comenzó a notar el aburrimiento. «No podía hacer otra cosa más que ver la tele o jugar con mis muñecas, se me acabaron los juegos y la imaginación», recuerda. Sin embargo, su compañero Marcos, que pasó el confinamiento en su pueblo Candanedo de Fenar, pudo disfrutar de la tranquilidad del campo y de jugar al aire libre en su finca.

«Cuando se acabó el cole no entendíamos nada»

Las más pequeñas del grupo, Iris y Paula, todavía recuerdan el último día de clase en marzo. Su profesora Chusa habló con ellas y les dijo que, durante un tiempo, no podrían verse ni abrazarse. «Iris y yo no entendíamos nada», cuenta Paula, que fue consciente de la situación cuando lo vio por la tele y su madre, como la de Iris, le explicó todo.

Haciendo deberes, viendo los vídeos que sus profesores subían a las plataformas dando clase y hablando con sus amigos por videollamada, los niños pasaron la primavera hasta que empezaron a disfrutar de los primeros paseos en verano. Diego pasó el verano montando en bici, Alba en la piscina con sus amigas y Marcos en su pueblo aprovechando los últimos días de vacaciones.

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Pero llegó septiembre y con él la vuelta a una rutina que ya tenían olvidada. «Cuando llegué al cole quería abrazar a mis amigos pero no podía», cuenta Isabel, y entre risas Marcos apunta que a él le dieron ganas «hasta de besarlos». Para Alba, que vivió el momento del reencuentro como «un sueño», adaptarse a la distancia, el lavado de manos y la prohibición de abrazar ha sido raro pero necesario.

Y es que los niños han demostrado tener muy interiorizada la importancia de las medidas para protegernos a todos. Isabel, que sabe de primera mano qué es tener a sus abuelos enfermos de covid-19, piensa que, cuando una persona incumple una de las normas, está cometiendo «una falta de respeto». Marcos es todavía más claro, y con una madurez rara en su edad afirma que la gente que no lleva mascarilla «se están poniendo en peligro a ellos y a los demás».

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Arcoiris de esperanza y 'Resistiré'

Los seis todavía recuerdan los aplausos de las 20.00 horas a los sanitarios. Se acuerdan de salir a sus terrazas a dar palmas, iluminar las calles con las linternas de los móviles de sus padres y cantar canciones. «Algún vecino salía a tocar y era un ratillo de alegría», cuenta Marcos, mientras que Isabel recuerda cómo otro ponía siempre después de los aplausos el ya mítico 'Resistiré'.

Como en tantas y tantas casas, Paula e Iris decoraron las ventanas de las suyas con dibujos de arcoiris pintados por ellas mismas que no solo sirvieron para matar el tiempo las largas horas de confinamiento, sino que también fueron símbolo de esperanza en tiempos complicados.

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Entonando el 'Resistiré' frente al dibujo que ellos mismos han pintado para celebrar el Día Universal del Niño, los alumnos del Colegio Maristas San José despiden la entrevista dándonos, una vez más, una lección de resiliencia.

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