Cruz Roja acompaña a quienes el coronavirus «ha dejado más solos de lo que normalmente están»

La Asamblea de la organización en la Magdalena ayuda a 40 personas de más de 85 años a través del programa de teleasistencia con el que buscan romper el silencio de la soledad y responder a las necesidades de estas personas antes de que puedan surgir problemas

I. Santos

León

Sábado, 22 de agosto 2020, 09:14

«El coronavirus ha pillado a mucha gente más sola de lo que normalmente están». Las palabras de Carmen Alonso Díaz duelen tanto al salir como al recordar la soledad de a quienes ya considera «mi familia».

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Carmen es la presidenta de la Asamblea Comarcal de la Cruz Roja en la Magdalena. Una asociación que engloba once ayuntamientos, que superan las 100 localidades y que actualmente atiende a 40 personas en el servicio de teleasistencia.

«Tenemos a gente bastante mayor», explica la presidenta de la asamblea, «la persona más mayor es una mujer en Riello con 103 años, que el año pasado se rompió la cadera». Como si de su familia se tratase, los seis voluntarios «activos» de la Magdalena conocen los problemas y necesidades de cada uno de los usuarios del servicio de teleasistencia.

«Son muy mayores, la mayoría tiene de 85 años para arriba», asegura Carmen Alonso, «pero son gente maravillosa». La crisis sanitaria del coronavirus ha obligado a cambiar su forma de actuar, pero en ningún momento han abandonado a estas personas a las que llamaban a menudo durante el estado de alarma.

Ahora pueden realizar algunas visitas, aunque desde Cruz Roja les han prohibido entrar en las casas y tener un contacto físico con los usuarios del servicio para evitar riesgos y posibles contagios. «Tenemos mucho cuidado con eso y ahora que tenemos permiso para las visitas, pero sin entrar algunos nos dicen 'qué pena, así no se puede tomar el café'», lamenta Carmen consciente de la importancia de mantener las distancias.

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Captando necesidades

Antes, a través del programa de teleasistencia, las asambleas visitaban a los usuarios de Cruz Roja. Una atención que en muchos casos no sólo servía para acompañar a las personas mayores que viven solas, sino para «vigilar sus necesidades». Carmen Alonso explica que «a veces ellos no saben que necesitan ayuda, como por ejemplo un andador un una silla de bañera, son objetos que no conocen y no los piden por eso, pero luego les vienen muy bien».

Un trabajo y atención que facilita la vida a aquellas personas que por diferentes motivos viven solas. «Los voluntarios estamos para eso, para captar esas necesidades», remarca Carmen Alonso quien recuerda que ahora las cosas son diferentes y «hemos estado agarrados al teléfono todo el tiempo».

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Una labor necesaria, que los usuarios de Cruz Roja agradecen, pero que los voluntarios también valoran. «Cuando les ayudas o les llamas y pasas un rato con ellos están tan agradecidos que para nosotros es una satisfacción que no está pagada», asegura la voluntaria.

El apoyo psicológico ante la soledad de meses encerrados en sus casas también ha sido una labor importante en el departamento de teleasistencia. «Nosotros captamos sus problemas y los pasamos al servicio de apoyo psicológico», recuerda Carmen Alonso, quien asegura que «cada vez que hablas con estas personas están encantados».

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Un trabajo importante

Crear confianza entre el voluntario y el usuario de Cruz Roja al principio puede ser complicado, «hay personas que al principio les cuesta confiar en personas extrañas», recuerda Carmen. Pero otros vienen derivados de los Centros de Salud de las localidades.

A partir de ese contacto inicial los voluntarios facilitan la conocida 'medalla' de Cruz Roja con la que «a golpe de botón están atendidos». Un sistema sencillo y que desde la Asamblea de La Magdalena aseguran que «es el mejor servicio que conozco y el que mejor funciona».

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