La ciudad de La Bañeza ha llenado su puchero y lo ha hecho, como es tradición cada Miércoles Santo, gracias al Santo Potajero que une tradición, devoción y populismo.
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La Cofradía de Nuestra Señora de las Angustias y Soledad ha estado dos años guardando sus ollas sin poder llenarlas de garbanzos y bacalao, pero en este 2022 ha acudido puntual a su cita para dar de comer a más de 4.000 bañezanos.
A las 03.30 de la madrugada ya estaban 15 miembros de la cofradia encendiendo la leña y preparando el menú compuesto por el santo potaje de arroz y garbanzo, bacalao, pan y una naranja. En concreto con 320 kilos de garbanzo, 80 de arroz, 160 litros de aceite, 220 de bacalao, 1600 porretas, 40 kilos de pastas y 400 barras de pan
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Una celebración que se remonta al siglo XVI cuando la cofradía daba de comer a los presos de la cárcel. Ahora es toda la Bañeza la que se vuelca con la hermandad aportando donativos para llevar a cabo esta tradición reconocida como Interes turístico provincial.
Procesión
Una tradición que tiene cantera ya que son los más pequeños los que sacan sobre sus hombros al santo potajero desde la capilla de las Angustias para recorrer las cercanías de la iglesia donde finaliza la procesión con la bendición del potaje y su tradicional cantico, en el cual también ha participado la delegada en funciones de la Junta, Esther Muñoz y el subdelegado del gobierno, Faustino Sánchez.
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Firma en el libro de la cofradía
La delegada territorial de León, Ester Muñoz, tras participar en la celebración del Santo Potajero en La Bañeza, ha querido dejar una dedicatoria en el Libro de Firmas de la cofradía de Nuestra Señora de Las Angustias y Soledad para poner en valor esta fiesta que aúna espiritualidad, tradición y familia.
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