2020: cierres, paro y el año en el que los ERTE se colaron en nuestro vocabulario

2020 no ha sido un año fácil. A la crisis sanitaria se ha sumado una crisis económica que ha puesto, más si cabe, en una situación crítica al conjunto de la provincia de León. Desde que la pandemia estallara en España en marzo el paro no ha hecho más que crecer, el cierre de las empresas ha sido una constante y una palabra se ha colado en nuestro vocabulario para reflejar el drama de este año: los Erte.

Si los datos del paro se presentaban en enero rozando los 30.000 desempleados, el cierre de la hostelería, comercio y todos los negocios no considerados de primera necesidad durante los meses de confinamiento dispararon la cifra en la provincia, que cierra el año con 33.188 parados, 4.000 más que en 2019.

Mes a mes los datos han ido empeorando: si el año empezaba con 29.684 parados en la provincia, los últimos datos disparan la cifra en noviembre hasta los 33.188. El respiro de las restricciones en verano supuso un alivio, pero en ningún momento se consiguió bajar de la cifra de los 30.000 parados dejando claro que este ha sido un año oscuro también a nivel económico y social.

En un año sin Semana Santa, sin fiestas de San Juan y San Pedro, sin ocio nocturno y con un turismo a cuentagotas la economía leonesa ha sufrido una crisis sin precedentes, y empresarios y trabajadores han tenido que ver cómo una forma de vida basada en el sector servicios se venía abajo por el envite de una pandemia que ha hecho replantearse a muchos el modo de vida que hasta entonces predominaba.

El drama del desempleo ha afectado a todos los sectores, aunque sin duda el más dañado ha sido el terciario. El cierre de la hostelería, con idas y venidas a lo largo de todo el año, ha dejado cerca de un millar de locales cerrados, y se estima que más de un centenar de empresas han cerrado para siempre, destruyendo a su paso más de 22.000 empleos.

La pandemia se ha llevado por delante 1.800 negocios y 4.500 empleos en el comercio de proximidad de la provincia, y el binomio estado de alarma-hostelería se calcula que ha cerrado el 50% de los bares en León. Unos datos que siguen la tónica del conjunto del España y que este año ha perdido 67.000 millones de euros en facturación y ha cerrado un tercio de los establecimientos en todo el país.

Si hay una palabra que recordaremos de este 2020 además de coronavirus esa es 'erte'. Los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo se han colado en nuestro vocabulario y rara es la empresa que no haya tenido que hacer uso de esta regulación para hacer frente a la pandemia. En noviembre, los erte se incrementaron un 64% en la comunidad y León finalizó el mes con 5.377 trabajadores en esta situación.

La progresiva vuelta a la 'nueva normalidad' que con tanta ilusión se esperaba en verano no frenó el aumento de los erte en León, que ya en junio afectaba a más de 22.000 trabajadores en total.

El transporte ha sido otro de los sectores más perjudicados por la pandemia. La crisis ha mermado en un 30% el empleo en el sector, afectando especialmente al apartado de servicio discrecional cuyos ingresos se han desplomado en un 85%. Las restricciones en la movilidad, el parón del turismo y la interrupción de los desplazamientos han puesto entre las cuerdas al sector de la movilidad de viajeros que en la provincia cuenta con medio centenar de empresas.

De cara a 2021 la incertidumbre es la reina. Las consecuencias de la pandemia a nivel económico no han hecho más que empezar, más si cabe en una provincia que arrastra desde hace décadas una situación crítica y que esta pandemia no ha hecho sino agudizar las necesidades de modernización, revitalización y progreso que necesita.