El Abanca Ademar se hunde y sufre una dolorosa derrota ante Nava

Lejos de salir del bache, el Abanca Ademar se ha metido en un socavón. Tras dos derrotas consecutivas, el conjunto leonés ha sufrido la tercera, pero esto ha sido la más abultada. Los de Cadenas han caído con mucha contundencia ante BM Nava (39-31) en un choque donde la defensa estuvo lejos de funcionar y el ataque sufrió un cortocircuito de 40 minutos que impidió a los maristas cumplir con el mínimo exigible: competir.

Aprendiendo de sus errores pasados, el Abanca Ademar mostró una buena carta de presentación en el choque ante Nava. Los maristas, con un parcial 1-3 de salida y una defensa intensa, mandaron en los primeros compases del encuentro.

Pero los segovianos fueron, poco a poco, entonándose. Los de Equisoain no se fueron nunca del partido y no permitieron a Abanca Ademar coger más ventaja que esos dos goles, haciendo el 'acordeón' y empatando en diversas ocasiones.

Gonzalo iba 'calentando' su muñeca con diversos lanzamientos ante un Patotski, que bien le conoce de su etapa en León, que no sabía como pararle. A la par que el leonés se entonaba, lo hacían D'Antino y Prokop en el bando local y el conjunto marista comenzó a notarlo: Nava se puso, en el ecuador del primer acto, por delante por primera vez en el choque.

La viveza y el acierto de los ataques se imponía al ímpetu, muchas veces desmedido, de las defensas, que propiciaba errores que conllevaban jugadas que encontraban fácilmente buena posición de lanzamiento en un choque donde los porteros apenas tocaban balón.

Por este motivo, Cadenas dio entrada a Panos a la par que Patotski empezó a encontrarse cómodo, a tirar de intuición y frenar a un Abanca Ademar que perdió por una lesión en el brazo izquierdo a Jocinovic en una acción en la que fue descalificado Tsanaxidis.

Coincidió este momento con el 'apagón' ofensivo de un Abanca Ademar que estuvo hasta nueve minutos sin ver portería. Lo aprovechó Nava para avanzar hacia la victoria, teniendo ventajas de hasta cuatro goles y balones para poner hasta cinco tantos de renta, pero Panos, que rápidamente entró en partido, mantuvo con vida al conjunto marista.

Gonzalo fue el encargado, una vez más, de romper esa racha negativa de anotación en unos minutos de errores y, ante todo, precipitación, en el conjunto leonés, que tendría que, un día más, recurrir a la épica tras el descanso, al que se llegó con triunfo de Nava (18-14).

La reanudación no fue positiva para un Abanca Ademar que, en un inicio trepidante de segunda mitad, se vio con otros dos goles más en contra y seis tantos a levantar (20-14), algo que neutralizó con dos tantos consecutivos, quien si no, Gonzalo. Pero fue un simple parche, ya que la defensa estaba volviendo a las andadas de la primera mitad y las pérdidas en ataque no cesaban: Nava regresó a los seis de ventaja.

Las luces seguían apagadas en el ataque leonés más allá de las genialidades de Gonzalo. El balón no fluía en el posicional, Nava había anulado totalmente a Santista y el lanzamiento de nueve metros no funcionaba. La losa a levantar era cada vez mayor, a la par que crecía la desesperación en el conjunto marista.

El conjunto leonés no era capaz de enlazar acciones positivas de forma consecutiva... y sí las negativas. De esta manera, el cuadro marista sólo brillaba de forma coyuntural ante un Nava que, crecido en la adversidad, seguía haciendo daño y elevando la renta en el ecuador de la segunda mitad a ocho tantos (28-20).

Arriesgó Cadenas colocando una defensa 5-1, alternando a Jaime Fernández y Casqueiro en el puesto de avanzado. Tuvo opciones el conjunto leonés para meterse en partido pero de nuevo los errores, las imprecisiones y esas pérdidas que tanto están lastrando al Abanca Ademar este curso se reprodujeron de nuevo.

Los últimos fueron puro trámite. Y minutos también para que Nava saborease una victoria que no esperaban que fuese tan plácida. Con un pabellón entregado, las cabezas de los jugadores maristas dieron vueltas, muchas vueltas, puesto que sufrieron la tercera derrota consecutiva... pero esta fue muy dura y abultada. Nueve goles separaron a ambos conjuntos y ahora Abanca Ademar busca reconstruir sus defensas morales antes de otra batalla de alta intensidad ante Bidasoa (sábado, 18:00 horas).

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