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El interior del muro de la presa de Barrios de Luna.
El interior del muro de la presa de Barrios de Luna. Sandra Santos

En las tripas del pantano, la 'fábrica de oro blanco' en el muro de Barrios de Luna

Tres galerías y cinco zonas de salida sirven para abastecer a los núcleos urbanos aguas abajo, laminar posibles avenidas y permiten regar los campos y usos industriales de la provincia

Rubén Fariñas y Pedro Resina

León | Valladolid

Martes, 29 de julio 2025, 08:22

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Un imponente muro de hormigón se levanta ante el pueblo al que da nombre. Hace más de 70 años que las aguas anegaron el valle y fueron rellenando con millones de litros cada uno de los huecos que el río Luna fue regando.

Con una capacidad para almacenar más de tres mil millones de litros para abastecer a la población y regar 50.000 hectáreas de terreno, el embalse de Barrios de Luna es toda una obra de ingeniería que un equipo humano vigila cada día.

La presa de categoría A, igual que la del Porma o Riaño, tiene una de las estructuras más seguras ya que cuenta con un cimiento consistente en que su propia gravedad garantiza el aguante. Con 96 metros de altura desde la base y más de 80 recubiertos por el agua, el pantano tiene una longitud de utilidad que alcanza los 24 kilómetros desde la estación de aforo y control de caudal, en Sena de Luna, hasta la subestación eléctrica de Mora de Luna.

El pantano

de Barrios de Luna

El principal objetivo es regular las aguas del río Luna.

 

El embalse supera los 300 millones de metros cúbicos de agua, con los que se riegan alrededor de 50.000 hectáreas.

 

La presa aprovecha una profunda y estrecha garganta en la que el 15 de junio de 1951 se procedió al primer embalsado de agua. Posteriormente fue puesta en servicio en 1956.

La cuenca del Duero en León

Embalse de Barrios de Luna

Río Cea

Río Luna

Río Órbigo

Río Esla

Vista general del embalse

AP-66

Embalse

Mallo de Luna

Presa

Galería de

canalización

Los Barrios de Luna

CL-626

Río Luna

Mora

de Luna

N

Planta de la presa

Presa

Aliviadero

Acceso a

galerías

Centro de

transformación

N

Minicentral

eléctrica

Galería de

canalización

hacia la central

hidroeléctrica

de Mora de Luna

Planta de la presa

Galerías

1.110 m.

80 m.

Toma para la

central hidroeléctrica

1.052 m.

Desagüe de fondo

1.035 m.

Fuente: Confederación Hidrográfica del Duero/Sindicato Central del Embalse de los Barrios de Luna/ Elaboración propia

El pantano

de Barrios de Luna

El principal objetivo es regular las aguas del río Luna.

 

El embalse supera los 300 millones de metros cúbicos de agua, con los que se riegan alrededor de 50.000 hectáreas.

 

La presa aprovecha una profunda y estrecha garganta en la que el 15 de junio de 1951 se procedió al primer embalsado de agua. Posteriormente fue puesta en servicio en 1956.

La cuenca del Duero en León

Embalse de Barrios de Luna

Río Cea

Río Luna

Río Órbigo

Río Esla

Vista general del embalse

AP-66

Embalse

Mallo de Luna

Presa

Galería de

canalización

Los Barrios de Luna

CL-626

Río Luna

Mora

de Luna

N

Planta de la presa

Presa

Aliviadero

Acceso a

galerías

Centro de

transformación

N

Galería de

canalización

Minicentral

eléctrica

hacia la central

hidroeléctrica

de Mora de Luna

Planta de la presa

Galerías

1.110 m.

80 m.

Toma para la

central hidroeléctrica

1.052 m.

Desagüe de fondo

1.035 m.

Fuente: Confederación Hidrográfica del Duero/ Sindicato Central del Embalse de los Barrios de Luna/ Elaboración propia

El pantano

de Barrios de Luna

La cuenca del Duero en León

El principal objetivo es regular las aguas del río Luna.

 

El embalse supera los 300 millones de metros cúbicos de agua, con los que se riegan alrededor de 50.000 hectáreas.

 

La presa aprovecha una profunda y estrecha garganta en la que el 15 de junio de 1951 se procedió al primer embalsado de agua. Posteriormente fue puesta en servicio en 1956.

Embalse de Barrios de Luna

Río Cea

Río Luna

Río Órbigo

Río Esla

Vista general del embalse

AP-66

Embalse

Mallo de Luna

Presa

Galería de

canalización

Los Barrios de Luna

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Río Luna

Mora

de Luna

N

Planta de la presa

Presa

Aliviadero

Acceso a

galerías

Centro de

transformación

N

Galería de

canalización

Minicentral

eléctrica

hacia la central

hidroeléctrica

de Mora de Luna

Planta de la presa

Galerías

1.110 m.

80 m.

Toma para la

central hidroeléctrica

1.052 m.

Desagüe de fondo

1.035 m.

Fuente: Confederación Hidrográfica del Duero/ Sindicato Central del Embalse de los Barrios de Luna/ Elaboración propia

El pantano

de Barrios de Luna

Planta de la presa

La cuenca del Duero en León

El principal objetivo es regular las aguas del río Luna.

 

El embalse supera los 300 millones de metros cúbicos de agua, con los que se riegan alrededor de 50.000 hectáreas.

 

La presa aprovecha una profunda y estrecha garganta en la que el 15 de junio de 1951 se procedió al primer embalsado de agua. Posteriormente fue puesta en servicio en 1956.

Embalse de Barrios de Luna

Presa

Aliviadero

Río Cea

Río Luna

Acceso a

galerías

Río Órbigo

Río Esla

Vista general del embalse

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transformación

N

Galería de

canalización

Minicentral

eléctrica

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Embalse

hacia la central

hidroeléctrica

de Mora de Luna

Mallo de Luna

Presa

Planta de la presa

Galería de

canalización

Los Barrios de Luna

Galerías

1.110 m.

CL-626

80 m.

Toma para la

central hidroeléctrica

Río Luna

Mora

de Luna

1.052 m.

Desagüe de fondo

1.035 m.

N

Fuente: Confederación Hidrográfica del Duero/ Sindicato Central del Embalse de los Barrios de Luna/ Elaboración propia

Es el propio director de explotación quien decide qué cantidad de agua libera el pantano y por qué parte lo hace. Normalmente se usan los desagües de fondo y las tomas intermedias. Solo en caso de necesidad se utiliza la doble compuerta del aliviadero que corona el muro. Javier Rodríguez explica que las principales funciones de uso son: el regadío, el abastecimiento y el uso eléctrico; además, en meses de invierno y ante entradas muy grandes de caudal se puede laminar su salida y que aguas abajo sea menor y proteja a las poblaciones y terrenos ribereños.

Tras ascender por una escalera, la presa se abre ante nosotros. En el interior tres galerías a 30, 60 y 90 metros son la sala de máquinas del impresionante muro. Desde estos túneles de inspección se verifica si existe un comportamiento anormal de la presa, el control adecuado de los elementos de auscultación y las cámaras para acceder a las compuertas y repararlas.

Cada día se realizan mediciones y se cuenta con sistemas, automáticos y manuales, que impiden que la presa se llegara a desbordar o sufrieran alguna incidencia. Desde 1956, año en el que se puso en marcha, todos los días se verifica el normal comportamiento del muro. «Desde el punto de vista técnico, la presa colapsa cuando el agua pasa por encima del nivel de coronación, pero tenemos suficientes salidas para que ese caso no se dé». Hasta cinco espacios se encargan de garantizar que el almacenamiento sea el adecuado. El más llamativo, el aliviadero, son dos compuertas que laminan las avenidas y caudales más grandes; luego está la toma intermedia, con dos agujeros; otros dos conductos en el desagüe de fondo; y dos salidas hacia usos hidroeléctricos: a pie de presa y en la central de Mora de Luna.

Grandes avenidas y grandes sequías

Las dos últimas danas del invierno -Herminia y Jana- llevaron al límite los 310 hectómetros cúbicos de capacidad de Barrios de Luna y hubo que hacer un desembalse controlado. Con puntas de entrada de 130 litros por segundo, la primera sacudida sirvió para rellenar el pantano y apenas se notó aguas abajo; pero la segunda, ya en marzo, con el embalse a buen nivel, fue necesario desembalsar 40 litros por segundo sobre los 130 que estaban entrando: «Esa laminación de avenidas es una función básica de la presa», insiste Javier Rodríguez.

También se ha dado la situación adversa, en épocas de sequía, como en 2017, en las que se debe cerrar el grifo y destinar el escaso agua a los humanos. Eso también se gestiona desde aquí. «Tenemos que garantizar el abastecimiento en León y le damos un rango menor a usos como el regadío o el industrial, que no podemos satisfacer al 100 por 100».

¿Y qué ocurriría si la presa sufre un daño y corre riesgo de romperse? Nunca ha ocurrido en 70 años, pero existen cuatro niveles en el plan de emergencia. A partir del nivel 1, se debe comunicar a Protección Civil el problema; en superiores ya llevaría aparejado la movilización de la población.

Desde la Confederación Hidrográfica del Duero ponen en valor no solo el impacto económico de contar con una fábrica de oro blanco en Barrios de Luna. No solo por la regulación de caudal, sino también porque se evita que haya avenidas que afecten a bienes económicos aguas abajo. Y, recuerdan, estos embalses no solo sirven para regar, sino que también aportan el agua que nos encontramos al abrir el grifo. «León capital se abastece del Porma y el Luna. El agua se aprovecha para usos recreativos también y para producir energía renovable en centrales hidroeléctricas que lo aprovechan».

La CHD regula 72 presas y azudes y los canales de zonas regables de 2.000 kilómetros. Las presas son, sin duda, los elementos clave que requieren atención y medios por todo lo que generan. En este sistema del Duero, León tiene un peso «muy importante» al contar con el embalse más grande -Riaño- y el tercero y el cuarto por tamaño de la comunidad. «León es fundamental en términos de zonas regables», apunta Alejandro Barriuso, director técnico de la Confederación.

En los últimos años, el laminado de las presas ha permitido que los episodios de avenida hayan sido regulados desde los embalses de León. Y lejos de las polémicas por el caudal ecológico, recuerdan que es de vital importancia mantener ese mínimo de corriente que tiene el consenso aguas abajo. «Es complicado determinar estos valores por los diferentes usos de agua que se deben atender, pero en el Duero los caudales se han fijado de forma colaborativa», insiste Barriuso

¿Y es verdad que el agua de León se va para Valladolid? La CHD tiene la respuesta: «No es realmente así. Hay volúmenes máximos que pueden pasar por el trasvase Cea-Carrión, hacia el Canal de Castilla de Palencia y Valladolid, y siempre nos quedamos por debajo».

En 2025, y gracias a las borrascas de marzo, los embalses alcanzaron niveles de resguardo, soltando canales ordinarios desde las presas y avanzando un verano y un otoño en el que León tiene garantizada su agua.

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