La conclusión de la variante de Pajares apunta a principios del 2022 tras el parón de la pandemia

La variante de Pajares recortará en 45 minutos el viaje en tren con la meseta pero la fecha de finalización de sus obras vuelve a la incógnita. La presidenta de la empresa pública que las coordina, Adif, dijo que sería a finales de 2021, pero la pandemia impuso luego una cadena de retrasos en tajos y encargos que obligan a reajustar el calendario. Oficialmente, su departamento mantiene que aún «no se puede precisar el retraso hasta que no se evalúe correctamente el impacto de la emergencia sanitaria que sigue vigente». El encaje de piezas que realiza apunta ya a que los trabajos se alargarán hasta principios de 2022, si bien las pruebas arrancarían antes, en el segundo semestre de 2021.

La infraestructura en la que se van a terminar invirtiendo unos 3.800 millones es un mecano de túneles, viaductos y fases de obra que se pasan el testigo. En noviembre de 2018 se adjudicó el montaje de vías que antes del Covid-19 avanzaba bien, con idea de terminar en verano. «Tras la paralización a consecuencia de la alerta sanitaria, la situación se acerca ya a la normalidad y se espera trabajar a pleno rendimiento en los próximos días», detallan en Adif. La vía izquierda (oeste) está al 98% y la derecha iba al 15%. La previsión ahora es «finalizar a finales de este año».

El trabajo que menos notó la pandemia es la retirada de 80.000 metros cúbicos de roca y arcilla en la ladera de Campomanes. La actuación solventará el último deslizamiento y al haberse contratado por el sistema de urgencia, no tuvo que parar. Se han excavado 70.000 metros cúbicos y la faena ha destapado «una posible inestabilidad por encima del vaciado, aunque aún no hay resultados concluyentes». Se investiga si es necesario ampliar un trabajo que dejará a la pantalla con fijación suficiente para habilitar el paso de trenes.

En la ladera se juega el coeficiente de seguridad, pero el plazo de la variante en este momento depende de los despachos. Hay trabajos por encargar y los concursos para decidir quién los hace han requerido más tiempo del previsto. En unos casos, por el volumen de empresas que se han presentando y a las que hay que evaluar una por una; en otros tropezaron con suspensiones de plazos por el Covid, hay casos también donde las consultas de los aspirantes alargaron el proceso.

Ese trabajo de despacho está empezando a desencallar los contratos. Esta semana fueron adjudicados los helipuertos, lo que permite estimar que estarán la próxima primavera. La catenaria en cambio se licitó en octubre y sigue sin conocer ganador; la empresa que sea tendrá 15 meses de faena cuando desembarque, lo que empieza a situar su fecha de entrega más probable en el último trimestre de 2021.

La ventilación y los sistemas de seguridad salieron a concurso en enero, la puja está a punto de cerrarse, pero luego faltará la adjudicación en el consejo de administración, la formalización, los preparativos y la firma del acta de replanteo. Ese día, el contratista asumirá el compromiso de terminar la obra en 18 meses. Es un plazo amplio que en estos momentos se considera marcará la fecha de conclusión de toda la variante. Una estimación conservadora ubica su entrega en el primer trimestre de 2022.

La segunda fase de trabajos en la ladera de Campomanes está aún en fase de redacción de proyecto, igual que las galerías de evacuación de dos de los túneles del lado asturiano, por eso se ignora aún su presupuesto y plazos. También faltan por licitar la señalización en la vía de ancho mixto y el sistema ERTMS.

Al otro lado de la cordillera, las obras para modernizar el tramo León-La Robla también se han reactivado, y tienen un grado de ejecución del 28%. En julio se programa un corte en la vía 2 desde La Robla a Santibáñez, lo que obligará al Alvia a aminorar su velocidad. Cuando se terminen de tender las nuevas vías, quedará contratar las telecomunicaciones móviles y fijas.