El camino de Santiago a su paso por Castrillo de los Polvazares tras el incendio EFE

El Camino de Santiago, «castigado» por decisiones «injustas» durante la ola de incendios

El presidente del Camino Francés Federación ha mostrado su malestar por la decisión de cortar un tramo de la provincia con la que «hurtaron a muchos pueblos su principal sustento»

Martes, 9 de septiembre 2025, 08:24

Los incendios que han arrasado parte de la provincia de León durante el mes de agosto han supuesto un condicionante muy importante en todas las facetas, entre las que se encuentra todo lo relacionado con el turismo y, por supuesto, el Camino de Santiago.

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En uno de los meses estrella para realizar la travesía hasta la ciudad gallega, el fuego obligó a tomar medidas para no poner en riesgo a los caminantes que en ese momento se encontraban en la provincia de León y alrededores.

Ante esto, la Guardia Civil procedió al corte del tramo entre Astorga y Ponferrada, algo que, para Miguel Pérez, presidente del Camino Francés Federación, fue «una injusticia». «Entindo el riesgo, pero de los pueblos pertenecientes al camino solo Molinaseca ha tenido fuego y hacer a los peregrinos volver a su casa era un castigo», asiente.

La desinformación de los peregrinos

La federación, encargada de englobar a las 19 asociaciones de Amigos del Camino de Santiago, entre las que se encuentren las leonesas de Sahagún, Mansilla de las Mulas, León, Astorga y El Bierzo, inició un proceso a causa de los incendios en el que «no se dio ninguna información no oficial para comunicar de la mejor manera posible a la comunidad jacobea».

Los peregrinos, fundamentalmente los extranjeros, que ya son más que los españoles a día de hoy, «se sentían un poco perdidos porque no entienden ni de comunidades ni de zonas». Ante esto, la federación puso en marcha un plan para poder informar con la mayor veracidad, pero sin alarmar a las personas.

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Pérez admite que «lo que se trasladaba a nivel general eran informaciones alarmantes. A pesar de que nosotros conseguimos controlar que los que ya estaban aquí pudieran proseguir, pero las voces de alarma, hubo organizaciones jacobeas que acabaron trasladando que había que posponer el camino, algo con lo que nosotros estábamos totalmente en contra y que la bajada fue muy importante».

Doble castigo para los pueblos

De esta forma, el presidente ve la decisión tomada como «un castigo para los pueblos de la zona cortada del camino de Santiago, que suficiente tenían con los incendios alrededor como para castigarlos dos veces». «Son pueblos que viven del turismo y más en un mes como agosto, no nos parece lógico», prosigue.

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Muchos de los peregrinos que se encontraban ya inmersos en las rutas leonesas rumbo a la ciudad gallega encontraron soluciones para poder continuar su travesía. Por un lado, el albergue de Astorga se encargó de retener a personas y, los que optaron por otra opción, se desplazaron en vehículos hasta Ponferrada para proseguir a partir de ahí su camino, como afirma el presidente de la federación.

El mayor problema no fue la marcha de los peregrinos que ya estaban en León, sino el abandono previo de todos aquellos que tenían prevista su entrada a la provincia en días posteriores. «Los que abandonaron fueron los que no habían llegado a León. En otras zonas no bajó la cifra de peregrinos, pero llegando a León abandonaron por una interpretación errónea de la información, a pesar de que nosotros intentamos lanzar en todo momento publicidad tranquilizadora», asiente Miguel Pérez.

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La seguridad del camino

En este escenario, volvió a manifestar su malestar públicamente con el hecho de que «alguien que estaba haciendo el camino en navarra iba a tardar veinte días en llegar a León, no es lógico recomendarles que pararan».

Además, dejó claro que «el camino de Santiago es un camino seguro donde la gente viene a sanarse y sabemos que produce ese efecto, no se lo podemos quitar y hurtar a esos pueblos su principal sustento».

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Como conclusión, en medio de una etapa en la que consideran que en España se está dejando de peregrinar, o al menos tanto como se hacía anteriormente, Miguel Pérez reconoce que «las instituciones se comportaron de manera ejempla», aunque volvió a apelar a la tranquilidad para seguir manteniendo vivo un camino universal que es historia de la peregrinación global.

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