Última semana de la exposición «Con o sin techo» en el Colegio Maristas de San José

El arquitecto José Carlos Álvarez Moratiel, ha explicado mecanismos para la mejora del hábitat, en Maristas, a través de una exposición en la Galería Didáctica, el pasillo y el aula de Plástica del colegio marista San José. Se explica el urbanismo y la arquitectura, vistos desde el punto de vista de la educación en valores y la economía sostenible, con ejemplos concretos e inspiradores. Maristas, a petición de los arquitectos, se ha encargado de buscar como reciclar, incluso, los materiales de la propia exposición, cuando se clausure su itinerancia, ya que desde el colegio se ha ofrecido a otros centros educativos, debido a la carga didáctica que es capaz de aportar a estudiantes, a muchos niveles diferentes.

«El 60% de las casas que se contruyen en el mundo no cuentan con la supervisión de ningún técnico titulado (arquitecto o ingeniero)». Este es uno de los datos que está aportando el arquitecto leonés, residente en Barcelona, Jose Carlos Álvarez Moratiel, en las charlas que está impartiendo, clase por clase, sobre la exposición de maquetas arquitectónicas, titulada «Con o sin techo», que se muestra en la Galería Didáctica y los pasillos del colegio Marista San José.

El arquitecto madrileño Pedro Lorenzo, diseñó este proyecto, con el objetivo de mejorar el hábitat en comunidades y barrios desfavorecidos de varios países de américa latina (Perú, Argentina, Méjico etc). El objetivo no era realizar una intervención «desde fuera» para mejorar las infraestructuras del barrio y contruir casas para la población, sino que se trataba de tener en cuenta la capacidad productiva de los habitantes, para integrarlos como «hacedores» de esa nueva realidad del barrio, así como estudiar todas las posibilidades y recursos de la zona, tanto en lo referido a materias primas, como a productos manufacturados y logística.

Como muy bien explicaba Álvarez Moratiel con un ejemplo: «Nos puede parecer que ayudamos si donamos un carísimo auto todo terreno a una tribu aislada en el África profunda, para que vayan por agua al pozo que está a un par de kilómetros, pero tal vez ayude más comprar unas bicicletas, ya que estas no necesitarán mantenimiento, o en caso de necesitarlo, lo podrán hacer ellos mismos, de forma rápida y económica.»

Se trata de plantear mecanismos para mejorar el hábitat, tratando de no romper la red de interacciones sociales de ayuda que se producen entre ellos. En estos barrios marginados, es muy común que se tejan redes de solidaridad vecinal, ayudándose unos a otros en la medida de lo posible, para ir salvando el día a día de unas economías de subsistencia.

Muchas veces, la primera intervención visible, consiste en ampliar la anchura de las calles, para sanearlas, e instalar infraestructuras básicas mínimas (agua , electricidad, alcantarillado etc) y mejorar su transitabilidad.

Según el arquitecto Álvarez Moratiel, que ha colaborado con Pedro Lorenzo en proyectos en Colombia y República Dominicana, es necesario adaptar las construcciones a los materiales accesibles en la zona, y usar medios y acabados que sean susceptibles de ser reparados sin un elevado coste, y de forma rápida, sin que sea necesario recurrir a traer de lejos máquinas o técnicos para hacerlo, en la medida de lo posible.

La tendencia actual, sobre todo en las grandes urbes de América Latina, es la división extrema entre barrios ricos y pobres, agravada por la disminución drástica de la clase media, lo que genera una gran inseguridad en ciertas zonas de las ciudades. Así, muchas veces, las urbanizaciones de lujo, se convierten en una especie de fortalezas, dotadas de seguridad privada, pero el contrapunto lo encontramos en la inseguridad creciente al otro lado de sus muros. Por eso, es necesario cuidar el diseño de la ciudades, el urbanismo, para eliminar gethos que puedan producir tensiones sociales y garantizar un nivel aceptable de habitabilidad.

Curiosamente, este proyecto expositivo, de gran contenido ecosocial, que constaba de las maquetas arquitectónicas, paneles explicativos de gran formato y otros materiales, fue ofrecido al Área de Educación Plástica, Visual y Audiovisual del colegio marista San José, de León, después de que la exposición terminase su itinerancia por Madrid, Barcelona, Sevilla, etc a la par que otra exposición idéntica recorría varios países de América latina. La intención era reciclar los materiales usándolos como soporte para obras artísticas, y así se ha hecho con una treintena de paneles (de 2 metros de altura). Estos paneles han sido pintados por artistas, y se han expuesto en en lugares como el Hospital de León, la casa de Cultura de Pinilla (San Andrés del Rabanedo), las calles de Almanza, los campos de lúpulo de Carrizo etc, y se pueden visitar, actualmente, y hasta principio de enero, en la Finca del Monte, en Castrillo de las Piedras.

Por otra parte, las magníficas maquetas, están siendo aprovechadas por los estudiantes de maristas, con todo su valor didáctico, tanto en el plano plástico como en el formación en valores, y serán cedidas para itinerar a los centros educativos que tengan interés en mostrarlas, para finalmente, ser recicladas por la Asociación Maquetas García.

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