Borrar
El Camino del Cid en bici | Mas de Noguera - Puzol: Un rodeo de 114 kilómetros

Un rodeo de 114 kilómetros

Un grave incendio forestal nos obliga a replantearnos la penúltima etapa del camino

Julia Fernández y Gonzalo De las Heras

Sábado, 30 de julio 2022, 00:09

Necesitas ser registrado para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Vídeo.
  1. «Vemos naranjos por primera vez en todo el viaje y me llevo varios 'regalitos' a causa de los mosquitos tigre»

Anoche nos íbamos a la cama preocupados y con un olor a ceniza en el aire que no auguraba nada bueno. El pueblo más cercano a nuestra masía había sido desalojado porque un incendio estaba a solo diez metros de las casas. En el albergue los teléfonos ardían.

Yo, además, tenía otro asunto que me tenía intranquila: mi mano. El golpe antes de llegar a Mas de Noguera había sido lo suficientemente duro como para que no pudiera hacer fuerza con ella. Podía mover las articulaciones, pero me dolía. Y ni pensar en apoyarme en ella para levantarme o cosas así. No tenía pinta de haberme roto nada pero me preguntaba si podría agarrar el manillar y llegar a Valencia.

Nos despertamos pronto, los primeros del albergue. El canto de los pájaros y el mugido de Estrellita, la vaca madrugador, nos recibieron al abrir la ventana. También Zapatillas y Pastor, los perros de la casa, que como la temperatura era agradable a esas horas, sobre las 7 de la mañana, estaban muy juguetones. No negaré que disfruté con ello. Con la cabeza fría y el cuerpo descansado, reconozco que no me arrepiento de haber elegido este sitio para hacer la penúltima noche. La otra opción hubiera sido el pueblo desalojado.

Durante el desayuno, tocó estudiar la situación y el fuego. Estaba controlado, pero había afectado a la vía verde a la que teníamos que incorporarnos. Los Cid modernos no se encuentran con huestes que impidan su paso, se topan con incendios forestales, como los 8.780 que devoraron 87.879 hectáreas el año pasado, según los datos del Ministerio para la Transición Ecológica. Así que Gonzalo preparó otro itinerario que incluía pasar otra vez por Montanejos, el pueblo donde nos perdimos dos veces. ¿Sería una señal del camino?

También estaba el problema de que había que buscar un nuevo alojamiento. El que teníamos concertado no podía ser porque ya no íbamos por esa ruta... Y no contábamos con que al ser fin de semana la empresa iba a ser difícil. Esto al Cid no le pasaba, porque montaba campamentos, pero nosotros no llevábamos la tienda encima. A punto estuvimos de quedarnos sin nada. Llegué a verme durmiendo al raso.

Nos pasamos un buen rato buscando, llamando y recibiendo siempre la misma respuesta: «No estamos completos», «no nos queda nada», «lo vais a tener difícil, no es por desanimaros», nos decían. Queríamos 'repostar' en la zona de Sagunto, pero la ola de calor, las playas y las fiestas de la zona habían atraído a centenares de visitantes. Al final, casi a la desesperada, encontramos una habitación libre en un hotel de Puçol. «Está en el camino del Cid», le dije emocionada a Gonzalo. Y reservamos del tirón. Entonces todavía estaba fresca… Y falta me iba a hacer, porque quedaba una tirada de ¡114 kilómetros! No había hecho tantos nunca. Afortunadamente, mi mano me molestaba lo justo.

Según iba despertando la mañana, lo hacía también el tráfico, donde destacaban los moteros que buscaban 'hacer curvas'. De vez en cuando, también nos cruzábamos con algún ciclista. Por primera vez nos encontramos con mosquitos tigre que nos dejaron varios recuerdos (moraleja: compren repelente) y ¡naranjos! Qué bien se va por esos caminos oliendo su perfume… Eso sí, siempre y cuando un GPS o un marido te marquen los desvíos, porque hoy sí puedo decir que ha habido ratos en que no sabía dónde estaba.

  1. «Daremos una vuelta más larga, pero nos sentimos más seguros rodando sobre asfalto»

Como el resto de clientes que iban a haber llegado a Mas de Noguera no pudieron acceder porque estaban algunas carreteras cortadas, nos quedamos como los únicos huéspedes del lugar. No es solo que tuviera por primera vez tiempo para leer –el hecho de que no hubiera cobertura telefónica y que la wifi fuera una señal muy localizada con una potencia, digamos, limitada– seguro que tuvo que ver con ello.

Tenía claro que no podíamos continuar por la ruta establecida, pues nuestro itinerario planteaba que descendiéramos por carretera hasta la localidad de Caudiel –que estaba siendo desalojada y con las llamas a diez metros de algunas casas–, donde nos incorporaríamos a otro tramo de esa Vía Verde de los Ojos Negros (la más larga de España, 166 km de recorrido) antes de descender a las estribaciones de la Sierra Calderona, pero ya a muy poca altitud. Iba a ser una etapa relativamente fácil: no demasiado larga y con mucha pendiente favorable. Pero no era posible.

Uno de los trabajadores de la masía nos indicó un camino que permitía esquivar los cortes de carretera, pero no me parecía muy razonable cruzar por un monte que no conozco, sin saber si en cualquier momento voy a tener que darme la vuelta. Además, a Julia le dolía la mano y no me la imaginaba por pistas, por más que me asegurara que eran de dificultad moderada.

No quería, además, someter la mano de Julia al traqueteo de una pista de montaña, por más que me aseguraran que se trataba de un camino muy fácil, por el que pasan muchos ciclistas.

La única escapatoria que yo veía era deshacer camino hasta Montanejos para pasar por Onda y reenlazar con el Camino del Cid a la altura de Sagunto, donde debíamos buscar alojamiento. Es verdad que la ruta sería íntegramente por carretera. En estas circunstancias, pese al sueño reparador de una habitación sin televisor ni cobertura de datos para escuchar la radio, prefería tener el colchón de circular por zonas menos campestres. Si, por lo que sea, no cubrimos toda la distancia, estamos en una zona bien cubierta por transporte público u otras alternativas.

El problema era la distancia. Aunque con perfil favorable, estábamos hablando de más de 110 kilómetros de recorrido. Eso son casi seis horas pedaleando, y aunque habíamos madrugado, más de la mitad del tiempo lo íbamos a pasar bajo un sol de justicia.

Lo habitual es que al llegar al hotel de destino consulte el perfil de la ruta que hemos seguido, pero estos días hay un perfil, siempre creciente, que escudriño con avidez: el de la temperatura registrada a lo largo del trayecto. Hoy ha marcado 44 grados de máxima.

Hemos llegado, sin más contratiempo que discutir con el GPS, que en una ocasión llegó a meternos en un almacén de fruta casi hasta las cintas transportadoras para susto de una trabajadora que empezaba la libranza de fin de semana y se encuentra con un loco que baja directo a ella. O cuando nos ha hecho atravesar lo que parecía un gigantesco club de alterne abandonado en un escenario digno de 'The Walking Dead'. Cómo hemos echado de menos el 'track' del Camino.

Tras el tramo de descenso hasta Onda –aquí los descensos siempre incluyen cuestas arriba– hemos pasado por inmensos campos de naranjos, ya con el mar a nuestra izquierda. El mar. Hemos visto el mar. Luego, menos mal que hemos vuelto sobre el itinerario señalado del Camino del Cid. Sin pisar las huellas del Campeador habría sido muy difícil orientarse por los caminos, pues son pistas agrícolas asfaltadas entre las plantaciones que no tienen un sentido geográfico a una escala mayor. No son caminos que van de un punto a otro, sino como calles de escala gigantesca en las que es muy difícil orientarse, como bien me había advertido una grupeta de ciclistas a la salida de Onda: «Si no los conoces, no vas a acertar.Pero bueno, si te mantienes con el mar a la izquierda, signifca que avanzas hacia Valencia».

En la masía, junto al desayuno preparado, nos habían dejado una nota para desearnos buena suerte, como si nuestro rodeo fuera un problema grave. No se me borra la cara de angustia del primer momento, cuando la información era aún más terrorífica que la realidad. La desinformación es siempre así. Al llegar a Puzol, donde dormiremos hoy, hemos comprobado que el incendio está «estabilizado», pero no extinguido aún.

Publicidad

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios