Minerva escenifica el Santo Entierro y luce en el Museo de la Semana Santa

Viernes Santo y año impar. La Real Cofradía del Santísimo Sacramento de Minerva y Vera Cruz debería sacar sus pasos a la calle para conmemorar el Santo Entierro. Pero la situación sanitaria no lo ha permitido.

En un emplazamiento único y de gran belleza, como es el Museo de la Semana Santa, la cofradía ha conmemorado la procesión con la exposición del Lignum Crucis, la Virgen de la Piedad, la Urna y la Virgen de la Soledad.

Aunque el día no acompañaba en la calle, la luz que filtraba la techumbre de cristal del museo daban más color y vida a las tallas. Una belleza que ha sido admirada por multitud de leoneses que en el momento de abrir la exposición ya hacían cola en los exteriores de la sede.

La procesión del Santo Entierro quedó representada en un acto litúrgico que finalizó con un responso por los hermanos fallecidos.

Con control de aforo y todas las medidas sanitarias los leoneses han ido entrando en el museo para observar desde diversas perspectivas la belleza de las imágenes expuestas por Minerva y Vera Cruz. Una entrada y una salida únicas para evitar aglomeraciones y avisos por megafonía para recordar que todavía quedaban fieles a la puerta esperando a poder pasar.

El Lignum Crucis y la Urna coronaban el centro de la exposición donde la Piedad y la Virgen de la Soledad brillaron como nunca este Viernes Santo. Minerva y Vera Cruz tendrá que esperar todavía dos años para poder salir a las calles de León con todo su esplendor.

La cofradía, que tiene su sede en la iglesia parroquial de San Martín, fue fundada en el año 1612, y cuenta con unos 1.800 miembros, protagoniza en la tarde del Viernes Santo la procesión que parte del Real Monasterio de Santa María de Carbajal, ubicado en la Plaza del Grano, a la que regresa después de un recorrido por numerosas plaza y calles de la ciudad y que este año ha quedado suspendida por la pandemia.