León graba su historia en el callejero

La ciudad de León salda una deuda de 445 años. El callejero ya cuenta con el reconocimiento a la decana de la Semana Santa.

La calle de la Cofradía de Nuestra Señora de las Angustias y Soledad aparece desde este sábado en el nomenclátor de la capital leonesa. Y lo hace, además, en un lugar muy simbólico para los papones leoneses.

El tramo que transcurre entre la cuesta de las Carbajalas y los Castañones pasa a llevar el nombre de la centenaria penitencial.

Un espacio en el que los braceros se ven reconfortados tras superar «con el trabajo de todos ellos» uno de los lugares más duros para las procesiones que recorren el casco histórico.

El alcalde de León ha reseñado «la implicación, los valores y la labor social» de Angustias como méritos para lograr este reconocimiento y que su nombre quede grabado en las calles de la ciudad.

El abad, Hugo Medina, vinculaba la vida de la cofradía a León, desde su fundación en el convento de Santo Domingo, y como penitencial encargada de organizar el Santo Entierro, que lleva el nombre de oficial por la colaboración del propio Ayuntamiento en el desfile. De hecho, las bambalinas de la Virgen de la Soledad recogen el emblema de la ciudad.

Recordando la «satisfacción» que los papones alcanzan en este punto tras superar «con pericia y esfuerzo» la curva de las Carbajalas, el responsable de Angustias y Soledad recordó que ese sentimiento estará ahora para siempre vinculado a la cofradía.

Los asistentes al acto rompieron en un aplauso tras descubrir la placa que pone en valor el esfuerzo de una cofradía que es el mayor referente de la historia viva de la Semana Santa de León.

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