El independentismo catalán se niega a pedir perdón por el 1-O

El independentismo catalán ha querido dejar claro este martes que no tiene nada de lo que arrepentirse por el 'procés' y que no tiene que pedir perdón por los hechos de octubre, en que celebró un referéndum ilegal y declaró la independencia de forma unilateral sin ni siquiera contar con el apoyo de más de la mitad de la ciudadanía, lo que fracturó a la sociedad catalana y provocó una fuga masiva de empresas al resto de España.

Al hilo de la declaración que hizo el lunes el líder de la izquierda abertzale, Arnaldo Otegi, en la que mostró su dolor a las víctimas de ETA, el vicepresidente de la Generalitat, Jordi Puigneró, ha pedido este martes que no se comparen los procesos vasco y catalán hacia la independencia. El catalán, según ha expresado, fue a su juicio democrático, siguiendo los estándares democráticos y parlamentarios y se llevó a cabo de forma pacífica y cívica. Frente a la propuesta del independentismo, Puigneró ha criticado que el Estado siempre siempre dijo no a las iniciativas del Govern. Y es el Estado, ha denunciado, quien usó la represión «física y judicial», por lo que a su entender es España «quien debería perdón» a los catalanes: primero por las cargas policiales del 1-O y en segundo lugar por las condenas judiciales.

El Govern ha anunciado además tras su reunión semanal que está preparando el recurso contra la decisión del Tribunal de Cuentas, que rechazó que fuera el Gobierno catalán quien avalara la fianza de 5,4 millones de una treintena de dirigentes secesionistas encausados por el organismo fiscalizador. ERC y Junts asumieron la semana pasada las fianzas, a partir de sus fondos propios, pero la Generalitat insiste en que sea el Instituto Catalán de Finanzas, dependiente de la Consejería de Economía, quien asuma la carga de la operación. Según la portavoz del Govern, Patricia Plaja, el Tribunal de Cuentas ha realizado una interpretación errónea del decreto aprobado por el Departamento de Economía, que creó un fondo de 10 millones para avalar la fianza. Es un decreto con rango de ley, que está en vigor y que no ha sido impugnado, ha señalado Plaja.

Puigneró, por su parte, ha negado que Cataluña esté en decadencia, como alertó la semana pasada el Círculo de Economía. «Hay interés de algunos en sembrar dudas», según ha denunciado el vicepresidente de la Generalitat. Antes de la pandemia, la economía catalana «iba como un tiro», ha justificado. Si se ha contraído no es por el 'procés', sino por la pandemia, ha rematado.

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