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Gran despliegue policial para reducir a un hombre que rompió con la cabeza el cristal de un bar de Oviedo
Diez agentes de Policía Local y Nacional participan en la detención de un hombre que protagonizó un violento altercado en el barrio de Pumarín. El arrestado, que llegó a herir al propietario del local, fue trasladado al HUCA, donde fue sedado para poder curarle el profundo corte que presentaba
Rompió la luna de un bar del barrio de Pumarín en Oviedo con la cabeza, hirió a su propietario, se enfrentó a diez policías, intentó romper la puerta del coche patrulla que lo trasladó hasta el hospital y acabó sedado para poder ser atendido del profundo corte que presentaba en la frente. Así terminó la noche un individuo detenido por la Policía Local por un delito de atentado contra la autoridad tras protagonizar una violenta escena en un local de copas de la calle Aureliano San Román. El suceso ocurrió a la una y cuarto de la madrugada de este sábado.
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Según testigos presenciales, el hombre se encontraba bastante nervioso, molestando a los clientes del establecimiento. Todo se precipitó cuando, el ahora detenido, se dirigió a otro individuo que se encontraba en el bar increpándole de forma agresiva. «Me dijo que no tenía derecho a estar ahí porque era muy feo», explicó la víctima de los insultos a EL COMERCIO.
Fue en ese momento cuando el marido de la propietaria del local vio que el hombre, lejos de deponer su actitud, se dirigió al cliente con intención de agredirle. El propietario intervino, entonces, para atajar la pelea. El agresor, fuera de sí, comenzó a golpearlo y acabó empotrándose contra la luna del establecimiento, rompiendo el cristal con la cabeza, lo que le produjo un profundo corte y una severa hemorragia.
Lejos de amedentrarse, cuando llegó la Policía Nacional, alertada por los testigos del suceso, el hombre se enfrentó a ellos. Rápidamente acudieron dos patrullas de la Policía Local como refuerzo. Hasta diez agentes hicieron falta para poder inmovilizarlo. El hombre se resistía mostrando una agresividad y fuerza fuera de lo común, lo que hizo pensar a los policías que se encontraba bajo la influencia de varias sustancias estupefacientes, entre ellas la ketamina.
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Tras lograr reducirlo, los agentes de la Policía Local prodecieron a introducirle en el vehículo para trasladarlo al Hospital Universitario Central de Asturias con el fin de curarle la herida de la cabeza de la que emanaba una gran cantidad de sangre. En el interior del coche policial, el detenido continuó golpeándose contra la ventanilla y dando patadas a la puerta a grito de «hijos de puta, os voy a matar», en alusión a los agentes de la Local que lo detuvieron.
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A la llegada al Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) fue necesaria la presencia de cuatro agentes para poder sacarlo del vehículo. El hombre continuaba golpeándose incluso hubo un momento en que la fuerza de las patadas que propinaba era tal que casi revienta la puerta del coche a grito de «soltarme de una vez». Una vez en el interior del centro hospitalario continuó con los insultos, los gritos y los amagos de agresión. Para poder evaluar la herida y curarla hizo falta sedarlo hasta en dos ocasiones. El agresor pasó la noche en el hospital, custodiado por la Policía Local y está previsto que esta mañana sea trasladado a los calabozos de la Jefatura Superior de la Policía Nacional.
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