Toque de queda: ¿Y ahora qué hacemos?

El abierto enfrentamiento entre administraciones, la ausencia de un compromiso común entre las partes y las diferencias entre el Ejecutivo central y el autonómico deja este sábado 'a los pies de los caballos' a la sociedad civil.

Ocurre en base a una diferencia competencial que por el momento parece irresoluble. Para la Junta de Castilla y León, al amparo de un informe de sus propios servicios jurídicos, el presidente autonómico tiene capacidad suficiente como para modificar el rango horario del 'toque de queda'.

Ese informe jurídico autonómico se estructura en base a dos aspectos concretos. El decreto del estado de alarma, publicado en el Boletín Oficial del Estado el 25 de octubre, se refiere en su exposición de motivos a la incidencia de la «movilidad nocturna» en el índice de contagios. «Buena parte de los encuentros de riesgo se producen en horario nocturno, de acuerdo con la información facilitada por las comunidades autónomas, lo que reduce sustancialmente la eficacia de otras medidas de control implementadas.

Por ese motivo, la restricción de la movilidad nocturna se considera una medida proporcionada con un potencial impacto positivo en el control de la transmisión», explica la normativa.

En el artículo 5, que se prorrogó tal cual cuando se extendió la duración del estado de alarma hasta el 9 de mayo, dice sin embargo literalmente: «La autoridad competente delegada -la Junta de Castilla y León- podrá determinar, en su ámbito territorial, que la hora de comienzo de la limitación prevista en este artículo sea entre las 22:00 y las 00:00 horas y la hora de finalización de dicha limitación sea entre las 5:00 y las 7:00 horas». Añade, en la prórroga, que «de acuerdo con el artículo 10 del Real Decreto 926/2020, de 25 de octubre», la Junta puede «modular, flexibilizar o suspender» esta restricción.

La Junta se acoge, para adelantar el toque de queda, a la letra de la ley, a esa «movilidad nocturna» que, según Francisco Igea, abarca desde «el ocaso hasta el amanecer», aunque este matiz no figura estrictamente así en la normativa del estado de alarma.

Sin embargo, para el Gobierno no existe esa facultad expresa del presidente autonómico y, por lo tanto, debe primar el rango establecido por el Ejecutivo central entre las 22:00 horas y las 00:00 horas.

El ministerio de Sanidad ya ha advertido que la decisión de la Junta carece de cobertura legal y se ha remitido al acuerdo previo. Según fuentes de la Subdelegación del Gobierno en León, el Ministerio de Sanidad señala que en el marco del actual decreto de estado de alarma, «no cabe esa restricción». Y 'no es no', ha venido a remarcar.

El 'choque de trenes' no admite por el momento puntos intermedios y la Junta ha publicado este sábado en el Boletín Oficial de la Comunidad (Bocyl) la orden que fija el punto de partida para el toque de queda a las 20:00 horas.

Y en ese punto, ¿qué es lo que pueden hacer los ciudadanos este sábado a las ocho de la tarde?. Inicialmente, según se ha remarcado extraoficialmente desde el Ejecutivo nacional, «actuar con normalidad».

¿Y qué es actuar «con normalidad»?. Inicialmente «estar en los domicilios» atendiendo a la situación de la pandemia, pero sin obligación alguna. Si una persona prefiere estar en la calle lo podrá hacer «sin problemas».

La Policía Nacional y la Policía Local no tienen orden expresa de actuar y mucho menos de levantar actas de denuncia, tampoco la Guardia Civil. Los tres cuerpos dependen bajo el estado de alarma de la autoridad estatal por lo que la Junta carece de capacidad ejecutiva alguna para cumplir un toque de queda que el propio Gobierno le niega.

Así, en plena pandemia, los ciudadanos tendrán que sumar a la situación sanitaria el enfrentamiento de las dos administraciones. Una y otra, sobre el papel, velan por el bienestar de los propios ciudadanos ahora descolocados, confundidos y sorprendidos.