Solo 31 de los 211 municipios de la provincia tiene un desfribilador

El plazo de intervención para salvar a una víctima es de no más de cuatro o cinco minutos y se pierde un 10% de probabilidad de supervivencia por cada minuto

Martes, 10 de marzo 2020, 09:06

A la hora de enfrentarse a una parada cardíaca, la diferencia entre la vida y la muerte está en el tiempo. Concretamente, cada minuto que pasa sin la atención pertinente, supone una reducción del 10% en las posibilidades de supervivencia del paciente. En Europa, el paro cardíaco es una de las primeras causas de mortalidad y en España, según las estadísticas sanitarias, se producen más de 25.000 infartos al día, y desde hace año es uno de los principales problemas de salud pública.

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Por estos motivos, que dejan una media de una parada cardíaca cada 20 minutos, la importancia de los desfibriladores, también conocidos como DESA (Desfribilador Externo Semiautomático). Estos aparatos están diseñados para contrarrestar las consecuencias de esta enfermedad cuando ocurren lejos de un centro hospitalario. Su sencillez de uso permite que sea un personal no médico, formado previamente según estipula la ley, quien lo pueda manejar, siempre siguiendo las instrucciones que el propio aparato indica para mayor seguridad y eficacia.

La importancia de estos aparatos cobra aún más valor en una población envejecida, como es la leonesa, y donde según estimó el PSOE, el plan de reordenación sanitaria de la Junta de Castilla y León podría cerrar más de cinco centenares de consultorios médicos en la provincia. Unicamente 31 de los 211 municipios de León cuentan con un DESA, con un total 118 aparatos, de los cuales más del 50% se encuentran repartidos entre León y Ponferrada.

En el total a nivel provincial, se cuenta con un aparato por cada 3.950 leoneses, con un ratio de 2.590 en León y de 3.805 en la capital berciana. El top 5 de poblaciones más grandes de León, es decir, San Andrés, Astorga y Villaquilambre, cuentan con cifras mayores. Los maragatos cuentan unicamente con un desfribilador, localizado en el acuartelamiento de Santolcides.

Por su parte, los sanandresinos cuentan con 3, uno por cada 10.000 personas, mientras que en Villaquilambre no hay registrado ningún DESA. En El Bierzo, con más de 10.000 habitantes censados, Bembibre cuenta con tres, uno en el pabellón del Embutidos, uno en el cuartel de la Guardia Civil y otro en la gasolinera Shell.

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Por el otro lado, destaca positivamente La Bañeza. El municipio cuenta con hasta ocho desfibriladores repartidos por las diversas instalaciones del pueblo, y cuentan con un ratio de un desfribilador por cada 1.293 habitantes. Las piscinas municipales, uno para la climatizada y otro para la normal; el cuartel de la Guardia Civil; la comisaria de la Policia Local; otros dos en las plantas azucareras; Parexgroup cuenta con otro; y un último aparato, propiedad del Ayuntamiento, localizado en un vehículo.

En localizaciones industriales concretas también se pueden encontrar estos aparatos, como es el caso de Onzonilla, Villadangos o Santa Coloma de Somoza. Los primeros cuentan con cuatro repartidos por las naves, mientras los segundos tienen 3 empresas que cuentan con 5 de estos aparatos sanitarios (Vestas, Bach Composite y Albertis Autopistas, que tiene 3). Finalmente, el municipio maragato cuenta con tres, localizados todos en el parque eólico de Foncebadón.

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