León, Zamora y Salamanca en el «núcleo duro de la despoblación», según el análisis del Plan 2050 del Gobierno

Que la situación de León es dramática y en los próximos años no se aprecia una mejoría es una premisa que se ha repetido hasta la saciedad cada vez que se muestran estudios de proyección de hogares o población. En esta ocasión, es el Plan 2050 del Gobierno de España el que muestra una dura realidad para las tres provincias del Reino de León si no se cambia la tendencia.

En el informe, de casi 700 páginas, se analizan situaciones pasadas y la proyección de los diferentes territorios en los próximos años. Pero no todos los datos están desgranados por provincias. En concreto, la tendencia sobre la perdida de población se enmarca en un -10% en Castilla y León y Asturias. Respecto a la pérdida total de población del país, Castilla y León y Galicia acumularán el 31,5% y el 23,5%, respectivamente. Pero las tendencias provinciales son diferentes.

Según revela el informe del Plan 2050 del Gobierno de España, podría producirse un comportamiento diferenciado entre las 23 provincias que integran la llamada España despoblada. En este sentido, se recopilan los análisis de Eduardo Bandrés y Vanessa Azón en una publicación de febrero de 2021 titulada 'La despoblación de la España interior'.

Un extenso análisis en el que, según las tendencias, un grupo de provincias caracterizadas por la despoblación, tendrá en los próximos años un envejecimiento superior a la media nacional y un ritmo de crecimiento económico por debajo de la media del país. Estas provincias se enmarcan dentro de la 'España despoblada que decrece' y en este grupo se encuentran las tres provincias de la Región Leonesa, acompañadas de Cuenca, Ávila, Lugo, Ourense, Teruel, Soria, Palencia y Segovia. Siete de las nueve provincias de la comunidad se encuentran en el calificado como «núcleo duro de la despoblación».

Hay un segundo grupo compuesto por las provincias con una pirámide demográfica más joven, con un peso considerable de la agricultura y reducido peso industrial, elevadas tasas de paro y renta per cápita muy por debajo de la media española. En este caso, denominadas 'España despoblada que se estanca'. Ahí se encontrarán en 2050, Albacete, Ciudad Real, Badajoz, Cáceres, Córdoba y Jaén.

Finalmente, el informe revela un tercer grupo con elevado peso de la industria, bajas tasas de desempleo y un aceptable crecimiento económico, gracias a la presencia de capitales dinámicas que ejercen una influencia positiva sobre la recuperación demográfica del entorno. Aquí se encuentran Valladolid y Burgos, dentro de la llamada 'España despoblada que remonta' y acompañadas de Guadalajara, Huesca, La Rioja y Zaragoza.

En el informe de Eduardo Bandrés y Vanessa Azón, tomado como referente en el Plan 2050 del Gobierno se habla del primer grupo como «el núcleo duro de la despoblación». De estas provincias, se revela que cuentan con los peores registros demográficos, ya que son las provincias que han perdido más población, las que tienen menos densidad de habitantes por kilómetro cuadrado y una población más envejecida.

Los registros económicos, en cambio, son mejores que los del siguiente grupo, ya que poseen una base industrial aceptable y su tasa de paro es comparativamente baja, lo que también concuerda con un menor peso de la población joven en su pirámide demográfica. Pero aún así será el verdadero reflejo de la despoblación en un país que, por el contrario sí aumentará su población.

Una situación que se arrastra en estas provicias desde 1950 por lo que la brecha que genera este diferencial de crecimiento anual a lo largo de casi setenta años es imparable.

En el medio y largo plazo el informe ve un cambio en el modelo territorial que llevará al país a «experimentar transformaciones profundas». Esto se debe, según explica el informe, en una «serie de megatendencias» que se darán en las próximas tres décadas. Una de estas tendencias más importante será el envejecimiento demográfico y, en relación a ello, el impacto que tendrá en el crecimiento de la población.

A nivel nacional, el informe revela que en los próximos 30 años, «la población de España se incrementará alrededor de un 5%, hasta superar los 49 millones de personas en 2050». Aunque refleja que este crecimiento se deberá a la «inmigración internacional» cabe suponer que no será equitativo en todo el territorio.

Además, esta nueva tendencia tendrá efectos sobre la estructura demográfica y el aumento de la población envejecida. Y de nuevo, «la dinámica demográfica afectará de manera muy distinta a las regiones y municipios de nuestro territorio», remarca el informe. En un análisis extraído de datos del Instituto Nacional de Estadística se remarca en el Plan 2050 que en los próximos 15 años nueve comunidades y una ciudad autónoma perderán población: Asturias, Castilla y León, Extremadura, Galicia, Cantabria, Ceuta, Castilla-La Mancha, País Vasco, Aragón y la Rioja, en este orden de magnitud. En el resto de las regiones, la población aumentará. Los mayores incrementos relativos se producirán en las islas (Baleares y Canarias) y en la Comunidad de Madrid

Castilla y León será, junto con Asturias, la comunidad que más población pierda. Pero al igual que pasa con las estadísticas a nivel nacional y su diferencia en las comunidades, también ocurre esta tendencia en las diferente provincias.