Los hoteles leoneses realizan una fuerte inversión con la mirada puesta en el turismo internacional

Una apertura casi de cero en la que todos los protocolos son nuevos. Los hoteles de León abren sus puertas después de tres meses en blanco. Sólo quedó un hotel en la capital para huéspedes de emergencia o servicios esenciales.

Algunos, como el Alfonso V o el Conde Luna, ofrecieron sus instalaciones para dar cabida a cualquier emergencia derivada de la crisis sanitaria de la Covid-19 que no pudiera ser resuelta con las habitaciones disponibles en los hospitales, públicos y privados, de la provincia. Un ofrecimiento que no llegó a ser necesario a pesar de la incidencia de la pandemia.

La llegada de León a 'fase 3' ha permitido esta nueva apertura que se hace con muchas novedades, pero con el objetivo de dar prioridad a la seguridad del cliente. «Ahora el máximo objetivo es que el triángulo proveedores, clientes y equipo», explica el consejero delegado del Alfonso V, Antonio Vázquez. «Tenemos que ir unidos en esta nueva situación, complicada y preocupante», asegura.

Este lunes, con la entrada de León en 'fase 3', los trabajadores de estos espacios ponían en práctica las medidas marcadas desde la dirección en días previos. La entrada al Hotel Alfonso V no es la misma, aunque no se han realizado obras. Dispensadores de geles hidroalcohólicos, un circuito de entrada y otro de salida, distancia de seguridad marcada en el suelo y toma de temperatura en la recepción son algunas de las novedades.

Un comité interno del grupo estudió durante las semanas de confinamiento los posibles focos de contagio de coronavirus y determinó cuáles eran los puntos rojos de transmisión. «Uno de los puntos importantes era el sistema de llaves», explica Vázquez quien insiste en que «aunque desinfectes todo el mundo acaba tocando la llave».

Por este motivo, tanto en el Alfonso V como en el Conde Luna, se llevó a cabo «una apuesta importante en la digitalización de ambos hoteles y una de las cosa fue la apertura por bluetooth con el móvil, qué solo tocas tú». Un sistema de seguridad que garantiza al máximo la higiene a la hora de abrir las habitaciones.

En la entrada del ascensor, y también en la salida de cada planta, hay de nuevo dispensadores de gel hidroalcohólico. De las habitaciones ha desaparecido toda la papelería y los clientes podrán ver los servicios del hotel a través de códigos QR.

El sobre coste de preparar un hotel como el Alfonso V para la nueva normalidad ha sido de miles de euros, pero la seguridad es lo primordial, también en los desayunos. «En las zonas como desayunos se cuenta ahora con más personal para poder atender a los clientes», asegura Antonio, después de mostrarnos unos envases individuales y desechables para que no sea necesario compartir utensilio a la hora de disfrutar del desayuno.

Una inversión que ha supuesto «varios miles de euros, sobre todo la digitalización», pero que el consejero delegado, Antonio Vázquez justifica asegurando que «es el momento de dar ese paso al frente y la tranquilidad del cliente es lo más importante». Un coste que no repercutirá en el cliente, ya que desde el Alfonso V han tomado la decisión de mantener el precio de los servicios tal como estaba en los meses previos a su cierre.

Con ganas de recibir a los clientes con los brazos abiertos, pero con mucha incertidumbre de la situación que espera al sector en los próximos meses que serán claves para su recuperación. «Ahora con incertidumbre, todavía es pronto, es una buena noticia que las fronteras se abran el 21 de junio y no el 1 de julio por el cliente extranjero que en León genera un volumen muy importante, pero hay que ir despacio», celebra.

Precaución, cautela y la máxima seguridad en los posibles focos de contagio de la Covid-19, porque el cliente siempre ha sido lo primero para ellos, los hoteles de la capital trabajan por garantizar un descanso en sus instalaciones.